Por segunda vez en menos de una década, la aerolínea Alitalia solicitó ser puesta bajo administración especial, con lo que comienza un proceso para que sea reestructurada, vendida o liquidada. La dirigencia de la empresa inició el procedimiento de bancarrota luego de que los trabajadores rechazaran la semana pasada un plan de rescate. El gobierno de Italia nombró a tres comisionados para evaluar el futuro de la aerolínea; asimismo, le garantizó un préstamo puente de 600 millones de euros (655 millones de dólares) por seis meses. “Queríamos proteger a pasajeros que ya tengan pasaje y a los trabajadores de Alitalia hasta que se encuentre a un comprador adecuado para preservar el valor de una compañía que tiene un legado de marca como este y que es tan importante para las conexiones domésticas”, afirmó el ministro de Transportes, Graziano Delrio, a periodistas tras una reunión de gabinete, según Reuters. Alitalia ha perdido cerca de un millón de euros al día y sin el préstamo gubernamental se arriesga a quedarse sin dinero a mediados de mayo, dijeron fuentes a la agencia de noticias. De momento, acreedores han rechazado prestar más dinero a la empresa y otras aerolíneas europeas no han expresado disposición a comprarla, en tanto que el gobierno italiano descartó renacionalizarla. Lee también: La aerolínea más grande de Asia inaugura su primer vuelo a México

 

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