Los precios de algunos alimentos en el país empezaron a experimentar una baja desde junio pasado. ¿Será suficiente para acabar con el predicamento de las amas de casa a quienes no les alcanza el dinero?     Después de un turbulento primer semestre del año en el que vimos cosas como el kilo de tomate verde a 60 pesos y la uva blanca hasta en 80 pesos, que nos hacían pensar en un escenario catastrófico, finalmente existen buenas noticias para las amas de casa mexicanas que todos los días abren el bolsillo con la esperanza de multiplicar los panes: los precios de algunos alimentos bajaron durante el mes de junio y la primera quincena de julio. El Informe mensual de precios de los alimentos en América Latina y el Caribe —Julio de 2013— y el Banco de México (Banxico) coinciden en señalar que en el último mes y medio el precio de los alimentos registró una ligera baja que ayudó a regresar las metas inflacionarias al 3% previsto por el gobierno federal. Durante junio la baja general fue de 1.3%, mientras que la primera quincena de julio, según el Banco de México, los productos que reportaron mayores reducciones fueron: el jitomate, que descendió 10.22%; el tomate verde, que retrocedió 8.48%; chiles frescos, que registraron una baja de 6.71%, y el limón que tuvo una caída de 20%. El precio del huevo también experimentó una caída de 3%; en contraparte, el precio del aguacate aumentó 23%, el de la papa 9.2% y el del pollo 1%. Ciertamente hay noticias, tanto buenas como malas, en materia de precios de alimentos, pero bien vale la pena informar primero sobre las buenas para darle un respiro a las amas de casa, que por algo son quienes lideran el consumo inteligente en el país. El gasto promedio en despensa en el país es de 2,400 a 4,000 pesos por mes, un parámetro alto si se toma en cuenta el nivel de salarios que existe en México La pregunta obvia es si esta pequeña baja en los alimentos cambia en algo las cosas. ¿La verdad? No y la explicación es muy sencilla: un mexicano cualquiera requiere al menos tres salarios mínimos para comprar diariamente aquellos alimentos necesarios para una buena nutrición, y que están considerados dentro de la canasta básica. La realidad es que 27 millones de personas obtienen menos de esa paga. Así que, aunque bajen los precios, las mujeres mexicanas tendrán que seguir haciendo magia. Por algo, dicen por ahí, que el dinero en este país alcanzará el día que un ama de casa sea secretaria de Hacienda.     Contacto: email: [email protected] Twitter: @julianafregoso

 

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