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Reuters. – El fútbol europeo cerró filas el domingo, amenazando con prohibir a cualquier club que se una a una competición disidente después de que resurgiera el fantasma de una superliga europea en vísperas de una votación sobre las reformas a la Liga de Campeones.

La UEFA dijo el domingo que se había enterado de que un grupo de clubes ingleses, españoles e italianos “podrían estar planeando anunciar la creación de una llamada superliga”.

Múltiples informes de medios, no desmentidos por ninguno de los clubes que se han mantenido en silencio, dijeron que los “seis grandes” de la Premier League -Manchester United, Liverpool, Manchester City, Chelsea, Arsenal y Tottenham- se habían sumado a los planes.

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Barcelona, ​​Real Madrid y Atlético de Madrid en España y Juventus, AC Milan e Inter de Milán en Italia también se han vinculado al plan, pero los clubes alemanes o franceses no se han adherido a la iniciativa.

La noticia llegó menos de 24 horas antes de que la UEFA concrete sus propios planes para una Liga de Campeones ampliada y reestructurada el lunes.

La UEFA emitió un comunicado contundente junto con las ligas y federaciones de fútbol inglesas, españolas e italianas, diciendo que estaban dispuestas a usar “todas las medidas” para enfrentar cualquier fuga de clubes y dijo que los equipos que participen será excluidos de las ligas nacionales.

“Se prohibirá a los clubes en cuestión jugar en cualquier otra competición a nivel nacional, europeo o mundial, y se podría negar a sus jugadores la oportunidad de representar a sus selecciones nacionales”, dijo la UEFA.

“Agradecemos a los clubes de otros países, especialmente a los clubes franceses y alemanes, que se han negado a adherirse a esto. Hacemos un llamado a todos los amantes del fútbol (…) para que se unan a nosotros en la lucha contra un proyecto de este tipo”.

La iniciativa ha sido condenada por autoridades del fútbol de toda Europa y por exjugadores como el excapitán del Manchester United Gary Neville, quien la calificó como “una absoluta vergüenza” y dijo que los dueños de los clubes están motivados por “pura codicia”.

No se ha informado que el principal club francés, el Paris St Germain, se haya adherido al plan, que también fue criticado por el presidente francés, Emmanuel Macron.

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“El presidente de la república acoge con satisfacción la posición de los clubes franceses de negarse a participar en un proyecto de superliga europea de fútbol que amenaza el principio de solidaridad y mérito deportivo”, dijo la presidencia francesa en un comunicado enviado a Reuters.

El primer ministro británico, Boris Johnson, también se opuso a la medida.

“Los planes para una superliga europea serían muy perjudiciales para el fútbol y apoyamos a las autoridades del fútbol para que tomen medidas”, tuiteó Johnson. “Golpearían el corazón del fútbol nacional”.

Más temprano el domingo, la junta directiva de la liga italiana, la Serie A, celebró una reunión de emergencia sobre la amenaza de una superliga. Una fuente de la Serie A dijo a Reuters que la liga se había enterado recientemente de los planes de un proyecto separatista.

 

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