Los próximos años en América Latina van a cambiar los actores principales, en detrimento de Brasil y en beneficio de México, Perú y Colombia.     Por Bruno Juanes   América Latina es la cuarta región del mundo por población y la tercera por superficie, pero más allá de sus peculiaridades sociogeográficas presenta una enorme heterogeneidad en lo económico, que la hace verdaderamente compleja. En la zona se vive una relativa bonanza económica, favorecida desde 2003, en muchos casos, por la venta masiva de recursos naturales a economías productivas como China o la India y destinando las divisas obtenidas a la protección del mercado interior. Esta situación, combinada con una cierta estabilidad política, con ausencia de guerras en Centroamérica, democracias que empiezan a consolidarse, y a pesar de movimientos populistas en Bolivia, Venezuela, Ecuador y Argentina, ha propiciado un clima de crecimiento que, sin embargo, empieza a emitir señales de agotamiento. Latinoamérica lleva disfrutando de unos cuantos años de crecimiento, alejada de aquellos dramáticos escenarios de pobreza, hiperinflación, deuda pública astronómica, corralitos, tequilazos… alimentados como gasolina al fuego por recomendaciones del FMI. Con independencia de las clasificaciones que nuestra imaginación nos permita hacer, así como de las fuentes de información que podamos utilizar, me voy a quedar con el último informe del BBVA sobre Latinoamérica, que separa las economías por su área de influencia económica, diferenciando los países del Mercosur de los que forman parte de la Alianza del Pacífico. Con base en este análisis, la economía latinoamericana en su conjunto crecerá en torno de 2,5% en los dos próximos años, pero con diferencias marcadas entre las áreas de influencia económica mencionadas. Mientras los países de la Alianza del Pacífico verán crecer su PIB al 3,8%, los de Mercosur lo harán al 1,5%. ¿Por qué? Las razones son muy variadas, pero entre éstas podemos destacar las siguientes:
  • Las exportaciones de los países del Mercosur se basan principalmente en commodities, con mucha dependencia de los volátiles precios de mercado, así como de eventuales caídas en la demanda, mientras que las exportaciones de los países de la Alianza del Pacífico se basan más en el valor agregado de sus productos.
  • Los países de la Alianza del Pacifico tienen firmados acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, China, Estados Unidos y Japón, mientras que la mayoría de países del Mercosur no están integrados en la red mundial del comercio.
  • La inversión directa de capital extranjero está fluyendo a los países de la Alianza.
  • La demanda interna está férreamente controlada por el gobierno en el área Mercosur, mientras que los países de la Alianza del Pacífico apoyan políticas de libre mercado.
En líneas (muy) generales, las economías de los países del área Mercosur se han basado fuertemente en la apuesta por las exportaciones de recursos y la protección arancelaria del mercado interior. En todas, sin excepción, se han registrado fuertes caídas de la producción industrial. La economía de Brasil se está parando: la demanda de hierro de China ha caído un 30%, el plan fiscal diseñado por Dilma no ha dado los frutos esperados sobre el crecimiento del país y sigue pendiente una profunda reforma del mercado de trabajo, así como una mejora de la reducción de las cargas fiscales y burocráticas para que el país vuelva a la senda del crecimiento. Y esto lo dice la calle a gritos. Por el contrario, los países de la Alianza del Pacífico han apostado fuerte por políticas industriales, por inversión en infraestructura, por simplificar trámites y mejorar la estabilidad en aras de la captación de inversión. México exporta más de 1,000 millones de dólares diarios, con un valor agregado bruto casi tres veces superior a las exportaciones brasileras. Chile es el decano de la estabilidad económica de la región, a pesar de tener menos habitantes que la ciudad de São Paulo. Colombia y Perú son los dos países de la región más interesantes a seguir de cerca en los próximos años. En este bloque vemos riqueza, desarrollo y estabilidad. Creo que en los próximos años vamos a seguir viendo una región a dos velocidades, en la que van a cambiar los actores principales, en detrimento de Brasil y en beneficio de México, Perú y Colombia. ¡Se admiten apuestas!   Bruno Juanes es socio responsable de Consultoría Estratégica para Latinoamérica.     Contacto: Correo: [email protected] Twitter @everisMéxico Facebook: Everis Mexico Página web: Everis Blog: Everis     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.  

 

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