La política fiscal y financiera del sexenio de Enrique Peña Nieto ha logrado mantener la estabilidad económica del país, es decir, evitar la recesión o el estancamiento. Así lo defendió este miércoles José Antonio González Anaya, secretario de Hacienda y Crédito Público, durante la glosa del Sexto Informe de Gobierno ante el Pleno de la Cámara de Diputados. Según el funcionario, esto se consiguió mediante las reformas estructurales, que permitieron que hoy el PIB crezca un 2.5% en promedio y el empleo formal, a una velocidad del 4%. La reforma energética atrajo inversiones por valor de 200,000 millones de dólares (3.8 billones de pesos aproximadamente); la de las telecomunicaciones ha reducido el precio de las tarifas de telefonía celular a la mitad, y la financiera, ha sumado cuatro millones de adultos al sistema, afirmó. El sexenio de Enrique Peña Nieto inició con casi 15.5 millones de empleos formales registrados, según datos del centro México, ¿cómo vamos?, y en agosto de este año, la cifra estaba en poco más de 20 millones. Pero la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del segundo trimestre de 2018, registraba una tasa de informalidad laboral del 56.65%. Esto significa que el grupo de trabajadores informales, como los del servicio doméstico sin Seguridad Social, ocupaba más de la mitad de la población ocupada total. El responsable de los impuestos nacionales también defendió el manejo macroeconómico y la política fiscal como factores que contribuyeron a la estabilidad del país. “Nos comprometimos a realizar un proceso gradual de consolidación fiscal que no afectara la estabilidad o comprometiera el presupuesto destinado a combatir la pobreza”, dijo y enfatizó que México es de los pocos países del G20 y de América Latina en alcanzar un superávit primario y lograr una reducción de la deuda como porcentaje del PIB. Según Anaya, esto se logró con una reforma fiscal que diversificó la fuente de ingresos, haciendo menos vulnerable a la economía por la baja en los precios internacionales del petróleo y con ajustes en el gasto público. Sólo en el 2016 el gobierno federal recortó 160,000 millones de pesos (unos 3 billones de pesos). Sin embargo, el Sexto Informe destacó por por el incremento de la deuda pública, que pasó de 37.1% del PIB en 2012, al 45.5%, en el primer semestre de 2018, según el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de las obligaciones gubernamentales. En relación con esto: Sexto Informe | EPN deja una deuda de 180,000 pesos a cada mexicano Al mes de julio de este año, el SHRFSP se ubicó en 9.995 billones de pesos. Por tanto, cada mexicano activo – es decir, de 15 o más años de edad que trabajaba o buscaba empleo- pagó 179,639 pesos para saldar las obligaciones. A pesar de los recortes, Anaya defendió que siempre se protegió el gasto social, para que ningún beneficiario se viera afectado, enfocando los recursos a disminuir la pobreza. No obstante, datos de México, ¿cómo vamos? muestran que el porcentaje de mexicanos que viven en pobreza laboral, es decir, que con sus ingresos laborales por hogar no pueden adquirir la canasta alimentaria, poco se ha movido entre 2012 (39.8%) y 2018 (38.5%). Esto, no obstante, no tiene en cuenta el crecimiento poblacional del país durante este periodo de tiempo. Finalmente, González Anaya manifestó que la administración que tomará los rumbos del país a partir del primero de diciembre heredará una economía resiliente y en crecimiento.

 

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