Un desempeño favorable de las expectativas de inflación y su comportamiento congruente en el retorno al objetivo podrían apoyar una pausa al ciclo alcista de las tasas de interés, señaló la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico). El freno al aumento de las tasas no le restaría credibilidad a la postura monetaria del banco central mexicano, consideró uno de los miembros de la Junta, de acuerdo con la minuta de la reunión con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el pasado 22 de junio. Ese mes, la inflación alcanzó un nivel de 6.30%, este incrementó fue a un menor ritmo que las quincenas pasadas, consideraron la mayoría de los miembros de la Junta, quienes esperaron que la inflación general anual alcance su nivel máximo en los próximos meses y después retome una trayectoria descendente. También puedes leer: Banxico aumenta su tasa de interés… y advierte aún más inflación “La postura monetaria en México se ha distinguido entre las economías emergentes por tener una de las posturas monetarias más restringentes”, se puede leer en la minuta número 52 publicada este jueves. Banxico elevó 25 puntos base la tasa de interés interbancaria para colocarla en 7.00%, en una decisión dividida entre los miembros de la junta, toda vez que un miembro votó por mantener en esa ocasión el objetivo para la tasa sin cambio. El documento señala que un miembro opinó que era adecuado mantener el objetivo de la tasa de interés sin cambio en esa ocasión, toda vez que la tasa de 6.75% ya es consistente con una trayectoria de convergencia de la inflación a su meta. Es deseable, señaló, que la política monetaria conserve cierto margen de maniobra, toda vez que se enfrenta a un entorno marcadamente incierto y la economía no está exenta de presiones inflacionarias en los próximos meses, lo que podría requerir incrementos adicionales en la tasa de interés. Otro miembro opinó que esta postura podría implicar un relajamiento prematuro y generar mayor incertidumbre. Los integrantes coincidieron que la economía mexicana mostró indicios de una cierta desaceleración hacia finales del primer trimestre e inicios del segundo de 2017. Mencionaron que la inflación ha continuado con el proceso de ajuste ante diversos choques, tales como la depreciación de la moneda nacional desde mediados de 2014, la liberalización de los precios de los energéticos los primeros meses del año y el incremento del salario mínimo en enero pasado. Respecto a la actividad económica mundial, consideraron que ésta continúa expandiéndose en lo que va del año y esperan que para 2018 siga fortaleciéndose. “La Junta de Gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazo, en especial del traspaso de potencial de las variaciones del tipo de cambio y los incrementos en los precios de los energéticos al resto de los precios, así como la evolución de la brecha del producto”, advierte el documento.

 

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