En México 30 millones de mexicanos viven con rezago educativo: 4.7 millones son analfabetas, 9.4 millones no terminaron la primaria y 16.1 millones no concluyeron la secundaria. Esto es 35% de la población mexicana, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Desde 2013, Apple implementó el programa Hour of Code que busca enseñar los conceptos básicos de la informática a niños y jóvenes. Como cada año, el programa se aplicó en las 487 tiendas de Apple en todo el mundo, incluyendo México. “Desde que empezamos Hour of Code en 2013, Apple tiene cada año aumentó su participación y encontró otras maneras de introducir más niños a la informática”, dijo Hadi Partovi, fundador y CEO de Code.org. Este año el colegio ATID implementó este programa y el resultado son niños más desenvueltos y que ejercitan más las habilidades de lógica y critica. También puedes leer: Trump quiere que Apple construya planta en EU y esto le ofrece “Uno de mis alumnos en el taller ya tiene dos aplicaciones en la Apple Store que están enfocadas a cubrir una necesidad social. Una tercera, de este mismo curso, está en evaluación. La programación es algo que sí impacta y que despierta a los niños al mundo”, dijo Fernando Pérez, tutor de programación en Swift de la escuela ATID. En un promedio de dos meses y medio se generaron tres aplicaciones por niños y jóvenes del programa. “Del mes y medio que utilizó el alumno para desarrollar la primera aplicación, sólo un mes lo ocupamos para aprender. Ellos ya tenían más o menos la idea de cómo era la estructura de un programa o del código y en el tiempo restante fue que se hizo la aplicación”, platicó Fernando Pérez. A pesar de que los niños aun necesitan la guía de un tutor o maestro, la realidad es que ahora los niños son cada vez más autodidactas. “Un aspecto de la programación es el pensamiento crítico en los niños. Es una forma de romper la educación normal. Es una cuestión totalmente constructivista”, dijo Martha Sánchez Cerezo directora de información y tecnología en ATID. Incluso, el cambio en los niños no se ve sólo en su mejoramiento en las habilidades para la programación, sino en cómo se enfrentan a las situaciones cotidianas.   Desarrollo de habilidades Cuando Fernando Pérez comenzó el programa Hour of Code, sus alumnos podría decirse que eran adolescentes comunes y corrientes que trataban temas propios de su edad. “Yo los veo diario y los temas  de conversación ya cambiaron. Ahora todo tiene que ver con tecnología y negocios. También hablan del futuro y el impacto que tienen ciertas cosas como la inteligencia artificial”, dijo Fernando Pérez. Incluso hacen critica de su entorno y con respecto a otros alumnos o alumnos más pequeños que ellos. “De hecho dos alumnos se cuestionaron cómo aprender mejor química e intentaron hacer su aplicación para entender la materia”, comentó Martha Sánchez Cerezo. Mediante la programación, continúa Martha, se puede desarrollar el pensamiento crítico. Aunque el principal reto es capacitar a los docentes. Dado que ATID es miembro del programa Apple Distinguished School, todo el tiempo está en contacto con la empresa de Cupertino, California y el programa Hour of Code es parte de esa relación. Te puede interesar: Los 30 niños genios de México   Tecnología con límites El vínculo con los padres es fundamental para que los niños aprendan de una mejor forma. “En ambas partes, cuando el niño lee mucho o cuando el niño programa, los dos van a tener un pensamiento crítico y un lenguaje muy diferente con el que se expresan ambos. La lectura o programar te dan prácticamente lo mismo en ese aspecto”, dijo Martha Sánchez Cerezo. Pese a que el uso creciente de la tecnología, puede agilizar el intercambio de conocimiento y favorecer un aprendizaje más eficiente, también puede desembocar en un efecto no deseado sobre la calidad de la educación, advierte Andrew Almazán, director del Departamento de Psicología del Centro de Atención al Talento (Cedat). También puedes leer: Apple lanza sus nuevas Macbook Pro con un touch sorpresa Es por eso que para Martha Sánchez, los niños más pequeños que están en el programa tienen que seguir escribiendo con pluma y lápiz. “El acceso a la tecnología es menor aunque si se les inculca para que ellos sepan hablar ese lenguaje. Otro factor es el ejercicio: después de 20 minutos con el dispositivo se les recomienda a los niños hacer pequeños ejercicios de yoga o de los ojos. Además de que la parte de socializar es sumamente importante”, dijo Sánchez Cerezo. Para los académicos el reto más grande que aún existe en la educación en México es la falta de recursos que marca la diferencia de como aprenden los niños.

 

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