El Gobierno argentino modificó este lunes por decreto la fórmula de actualización de las jubilaciones, que hoy pierden poder adquisitivo frente a la altísima inflación que aqueja al país suramericano.
Según un decreto publicado en el Boletín Oficial, desde abril las pensiones jubilatorias se actualizarán de acuerdo con la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) de dos meses anteriores.
Con la anterior fórmula, reformada en el Gobierno del peronista Alberto Fernández (2019-2023), los incrementos se hacían de manera trimestral según un cálculo basado en la recaudación del organismo previsional y la variación de los salarios, y las jubilaciones sufrieron una licuación debido al desfase entre la inflación y el traslado a los haberes.
“Desde abril los jubilados van a cobrar los aumentos mensuales según el IPC”, confirmó este lunes el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en su habitual rueda de prensa en la sede del Ejecutivo, y explicó que “cambia radicalmente lo que iba a pasar con los haberes si no se cambiaba la formula en abril y mayo, que iba a ser 0%”.
El Ejecutivo del libertario Javier Milei determinó que en abril de 2024 se pagará un “incremento extraordinario” del 12.5% sobre los haberes jubilatorios -además del aumento por la inflación mensual de febrero de 13.2%- y un “adelanto” de la actualización de junio de 2024, ya que se respetará el pago de un bono de 70 mil pesos que se había decretado para este período.
En mayo de este año se pagará la actualización según la inflación mensual de marzo y prevé un “adelanto” correspondiente a junio próximo.
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Argentina actualizará las jubilaciones por el IPC mensual debido a la alta inflación
Los incrementos otorgados entre abril y junio “serán a cuenta” de la actualización que debe pagarse en junio de 2024 conforme al nuevo índice aprobado este lunes.
La primera actualización en base a la fórmula decretada este lunes, sin agregados extraordinarios o por empalme entre fórmulas, será en las prestaciones de julio de 2024.
La nueva fórmula de ajuste se aplica sobre unas jubilaciones que están muy deterioradas debido a la aceleración inflacionaria, que se inició en 2017 y que se profundizó desde finales de 2023, ya que las jubilaciones (sin considerar los bonos adicionales que se otorgaron discrecionalmente) son un 23% inferiores en términos reales respecto al promedio del año pasado y un 50 % inferiores respecto al promedio de 2017, según un reporte de IDESA.
La inflación anual en febrero pasado fue del 276.2%.
La contracara de la licuación de las jubilaciones es que ayudaron al Gobierno de Milei a alcanzar el superávit fiscal en el primer bimestre del año.
“Esta fórmula es coyuntural”, advirtió Adorni, quien apeló a que “la política esté a la altura” y que en el ‘Pacto de Mayo’ que convocó el presidente Milei se apruebe una reforma previsional y laboral “mucho más integral” porque hoy “el sistema jubilatorio argentino no es sustentable”.
Con información de EFE.
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