Por Eugene Zapata Garesché* La Asamblea General de la ONU decretó el 31 de octubre como el Día Mundial de las Ciudades a fin de concientizar a Estados, instituciones, organizaciones y sociedad civil sobre la importancia de la agenda urbana, y ha adquirido mayor relevancia para tomadores de decisiones a nivel internacional, especialmente al invertir en el desarrollo integral de nuestros centros urbanos. ¿Por qué es importante hablar de ciudades? ¿Por qué otorgarles una fecha especial? En las últimas décadas hemos presenciado una explosión urbana que ha puesto a prueba la capacidad de recibir y sustentar a las más de 4 mil millones de personas que ahora habitan en zonas urbanas. Esto significa que más de la mitad de la población mundial viven las ciudades y todas ellas exigen su derecho a contar con servicios básicos adecuados y accesibles, y prerrogativas relacionadas con los principios de equidad, justicia, democracia, medio ambiente y sostenibilidad, etc. En otras palabras, el mundo exige hoy que las ciudades se conciban y construyan pensando en el pleno desarrollo de los individuos que las habitan. Lo anterior trae consigo innumerables desafíos para quienes trabajamos en ciudades, son hoy semilleros de contradicciones. Acumulan problemas, tráfico, contaminación, exclusión, pero también son magneto de talento, inversión, innovación, cultura y desarrollo. En el mundo globalizado abundan los ejemplos de la ciudad global: desde las ciudades santuario en Estados Unidos a favor de los derechos de los migrantes en la era Trump, hasta el despliegue de políticas locales contra el calentamiento global que dejan atrás los esfuerzos de cualquier nación. En ese sentido, la creciente internacionalización de las ciudades y de la agenda urbana ha derivado en iniciativas y alianzas públicas y privadas (que buscan fortalecer dicho protagonismo. Sobre esa línea, esta semana en Buenos Aires se organiza la primera reunión de Urban20, espacio que acoge a alcaldes, alcaldesas y representantes de ciudades en los países del G20.  El encuentro tiene el objetivo de emitir recomendaciones para los Jefes de Estado y de Gobierno del G20 en temas desde el cambio climático hasta el empoderamiento de la mujer, elevando su perfil a nivel global como tomadores de decisiones y aportando soluciones locales a problemáticas mundiales. Este tipo de encuentros demuestra que el diseño de políticas públicas a nivel internacional no necesariamente debe seguir un esquema jerárquico y piramidal. La globalización ha ocasionado que la distribución del poder cambie paulatinamente, de gobiernos nacionales como actores casi monopólicos hacia un espacio más diverso en donde emergen las ciudades, municipios y comunidades. La cooperación internacional es una herramienta poderosa para fortalecer la resiliencia urbana y garantizar el aprendizaje e intercambio de buenas prácticas para resolver desafíos en común. Una de las organizaciones que ayuda a ciudades a prepararse mejor y responder a los desafíos del siglo XXI, es 100 Ciudades Resilientes -impulsado por la Fundación Rockefeller- la cual brinda apoyo técnico y recursos para desarrollar e implementar planes de resiliencia urbana. Las ciudades son organismos vivos que reaccionan y actúan frente a necesidades y desafíos concretos como las olas de migración, los problemas de abasto de agua, movilidad, y la preparación y respuesta ante desastres naturales. De allí la importancia de contar con organizaciones que se dediquen a anticipar estos problemas como una oportunidad para reinventar la ciudad, demostrando su resiliencia. Los próximos días en Buenos Aires serán una oportunidad para que las ciudades y sus líderes marquen el terreno y den el salto de la reactividad a la creatividad; anticipando los desafíos del futuro y preparando su capacidad de respuesta desde un enfoque resiliente.  Las ciudades y sus alcaldes y alcaldesas no pueden más dedicarse a tratar sólo las urgencias.  El momento llegó para que puedan ver más allá de los problemas cotidianos y prevean su futuro para las próximas décadas. El encuentro de U20 presenta una ocasión sin igual para que gobiernos locales y centrales afinen el tino para anticipar y diseñar las ciudades del futuro. *Director para América Latina y el Caribe de 100 Ciudades Resilientes.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.