Armas y tocino, los nuevos indicadores económicos de EU

Por Shreya Agarwal Durante el trimestre pasado menos gente googleó “Quiero vender mi riñón” comparado con los últimos dos años. Ése resultado estuvo durante ocho trimestres entre los tres principales mostrados por la función de autocompletado de Google en Estados Unidos cuando los usuarios teclearon “Quiero vender” en la barra de búsqueda. “Riñón” ha sido sustituido por “muebles”. ¿Los inversionistas pueden sacar provecho de esa información? Tal vez. Los analistas de la firma de corretaje ConvergEx realizan un seguimiento de este tipo de indicadores económicos poco ortodoxos cada trimestre para medir la salud de la economía de Estados Unidos. Si bien estos indicadores no pueden por sí solos predecir una recesión o picos en la economía, pero sí pueden medir matices en el comportamiento de los consumidores y los negocios, asegura la empresa. El último informe de ConvergEx analiza una canasta de ocho indicadores económicos convencionales. Éstas son algunas de sus conclusiones: Industria automotriz Los inventarios de los concesionarios de automóviles en EU están en buena forma ya que los distribuidores tienen un equivalente de 59 días de ventas a la mano para mostrar a sus potenciales compradores. El analista de ConvergEx Nicholas Cove dijo, “Cuando las ventas se desaceleran, los distribuidores tienen un exceso de inventario, y cuando las ventas crecen rápidamente, no tienen suficiente para ofrecer una buena selección. Así que, por lo general tratan de mantener un suministro de 60 días. Actualmente, es bueno, y significa que el inventario y la demanda están bien alineados”. Precios de autos usados Los precios de los coches usados se mantuvieron sólidos, según la compañía de subasta de automóviles Manheim, que publica un índice de los precios de autos usados. Ésa es una señal positiva para los compradores, que tienen mayores probabilidades de vender su auto viejo cuando su valor es mayor. El índice Manheim se ubicó en 124.5 en mayo, frente al 123.8 del año pasado y está cerca del 127.6 observado en 2011. Cupones de alimentos El número de personas que hacen uso del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria de EU ha bajado a 44.3 millones de 45.6 millones de hace un año. Sin embargo, esto sigue siendo mucho más alto que los 25 millones de personas que usaban cupones de alimentos antes de la crisis financiera. Índice de la hamburguesa con tocino Este índice mide la inflación. El índice hace un seguimiento a los precios del tocino, la carne de res molida y el queso, los cuales dan una idea de las tendencias de los precios año tras año. Para los dos últimos trimestres, el índice de la hamburguesa con tocino ha estado dando señales de deflación, es decir, los precios de los productos alimenticios han ido cuesta abajo y no muestran ningún signo de recuperación. Según el analista de ConvergEx Nicholas Cove, el indicador dio señales de advertencia mucho antes de que la Fed revisara públicamente a la baja sus previsiones de crecimiento a largo plazo a principios de este mes. El gasto en energía De acuerdo con una encuesta de Gallup, los estadounidenses gastan 93 dólares al día en comparación con los 91 dólares al día del año pasado. Esto es aún menor que los 98 dólares diarios registrados en 2014. Camionetas pick-up grandes ConvergEx usa este indicador para el crecimiento de las pequeñas empresas en el “Estados Unidos real”. Las ventas en mayo se redujeron 3.1% respecto al año pasado, una de las peores caídas desde mediados de 2011, según la base de datos de Crain’s Automotive. Venta de armas Más personas están comprando armas. El FBI informó que se han producido 11.7 millones de verificaciones de antecedentes para la compra legal de una o más arma, señaló Colas. A ese ritmo, los estadounidenses podían comprar 28 millones de armas de fuego en 2016. Eso se compara con una media de tres años de 21.7 millones. Este aumento en las compras ha tenido un impacto en los fabricantes de armas como Smith & Wesson, que reportó un alza de 22.2% en sus ganancias trimestrales. Mientras que las armas son comprados usualmente para fines de autodefensa o recreativas, dijo Colas, “también podemos inferir que una parte de la población también se siente cierta incertidumbre sobre su seguridad personal.”