Para nadie es una sorpresa que Nokia tomó un par de decisiones desafortunadas en el pasado. La primera fue obstinarse con su propio sistema operativo, Symbian, el que ofrecía una experiencia de usuario terrible. La segunda fue un poco más cándida: Venderse a Microsoft y permitir el surgimiento del Windows Phone —y con ello la línea Lumia—. El resto es historia. Lumia consiguió cierta tracción en Europa y América Latina, pero fracasó estrepitosamente en su intento de competir con iOS de Apple y Android de Google. Al final, Microsoft perdió 8,000 millones de dólares en una transacción que Satya Nadella revirtió tan pronto como tomó el cargo de CEO de la compañía en 2014, cerrando la división y deshaciéndose de los activos. En el inter, Nokia se desplomó en caída libre hacia la irrelevancia, alcanzando una participación de mercado global cercana a cero. No obstante, la suerte de la marca cambió en mayo de 2016, cuando una compañía finesa llamada HMD Global la adquirió por 350 millones de dólares. Desde entonces, la firma se ha dedicado a trabajar muy duro para revivir a uno de los grandes nombres de la tecnología móvil, y presentó al mundo sus primeros productos en enero de 2017, durante al Mobile World Congress de Barcelona, la feria más grande en el mundo de esa industria. Lee también: Nokia vuelve del más allá con cuatro teléfonos bajo el brazo El resultado fue una cartera de cuatro teléfonos: El icónico 3310 —que llegará a México en las próximas semanas en versión 3G—, y los Nokia 3, 5 y 6, de gama baja y media que llegaron a nuestro país en agosto pasado.
A esa oferta se sumó el jueves pasado el Nokia 8, una bestia con cámara dual, 4GB en RAM y el procesador más potente en la historia de Qualcomm, con el que la compañía quiere competir con el próximo iPhone y los mejores equipos de Samsung, Huawei, Sony y LG. Su propuesta se basa en “alta calidad, gran manufactura y diseño premium”, dijo a Forbes México Florian Seiche, presidente y CEO de HMD Global, durante una conversación sostenida luego del lanzamiento del flagship de la marca. “Esos tres factores los casamos con un Android Puro, muchos fans de la marca habían estado esperando justo eso”, añade.   Grandes esperanzas HMD Global no se toma las cosas a la ligera, “Hoy anunciamos nuestro foco en América Latina y México, y el lanzamiento de nuestro flagship en este país, pero creemos y tenemos la ambición de escribir este nuevo capítulo de la marca con mucha solidez y nuestra meta es que, dentro de los próximos 3 a 5 años, nos convirtamos en los líderes en smartphones con la marca Nokia”, dijo Seiche sin dudar. ¿Ser líder significa estar en el top 5 o en el top 3? El CEO prefiere dar la vuelta a esa pregunta y responde que se irá “paso a paso”. Por su parte, Maurizio Angelone, VP para América de HMD Global, es más directo: “Vamos por el top 3 en los próximos años”. Angelone añade que la estrategia de la marca es llegar a todas partes del mundo, “México es el séptimo u octavo mercado a nivel mundial y es muy relevante para nosotros. Estaremos en Colombia, luego Chile y dentro de muy poco estaremos en toda Latinoamérica”. Para Seiche la gran oportunidad se encuentra entre los más jóvenes, los nuevos consumidores: “Creemos es que hay mucha emoción y expectativa con Nokia entre ellos a pesar de que quizá nunca han usado equipos de la marca en el pasado, pero saben que ésta significa calidad, facilidad de uso y un lado humano.” Ese mismo discurso es replicado por Angelone, quien detalla que el foco estará claramente puesto en los millennials: “Nos vamos a centrar en ellos, así que verán mucha actividad en redes sociales y marketing digital en vez de la publicidad tradicional, que sí vamos a usar cuando la necesitemos, pero haremos un gran esfuerzo para crear la comunidad Nokia en el espacio digital”. Lee también: Nokia vuelve a México con su Nokia 8 (y lo hace en grande)
  De vuelta a lo básico Seiche explica que la decisión de optar por Android Puro fue clave, ya que les dio “un alcance global y también un volumen considerable porque los Nokia 3, 5 y 6 se encuentran en el segmento en el que 40% de los consumidores buscan cuando quieren un nuevo teléfono”. Lo mejor, afirma el directivo, es que hoy Nokia tiene un teléfono en todos y cada uno de los segmentos de la telefonía móvil, desde un modelo de entrada, el featurephone 3310, hasta un premium, el Nokia 8. Todos los equipos de la cartera de la marca, a excepción del 3310, corren Android Puro, es decir, una versión del sistema operativo de Google sin las modificaciones que suelen añadir los fabricantes para personalizar la experiencia de sus equipos. En ese sentido, los nuevos Nokia son una especie de sucesores de la línea Nexus, que fue ideada por Google como una opción asequible de teléfonos con Android Puro, la cual murió con el surgimiento del Pixel. “Google ha hecho un trabajo tremendo para entregar una experiencia de usuario fantástica, pero es imposible para muchos consumidores disfrutarla de verdad a lo largo de todo el rango de precios. Cuando compartimos nuestra visión con ellos, nos apoyaron completamente”, revela Seiche. Por su parte, Angelone explica que, de acuerdo con la investigación de mercado que condujo HMD Global, “los usuarios sufren con el software adicional que imponen las capas de personalización, son cosas que no les gustan y no las pueden retirar porque están incorporadas en el sistema operativo así que decidimos ir por una plataforma pura y segura”. “Todos los consumidores tienen las mismas aspiraciones independientemente del rango de precio. Ninguno de ellos, especialmente los más jóvenes, siente que no merecen el mejor diseño y las mejores prestaciones incluso si no pueden permitirse pagar 600 dólares, así que nuestro enfoque nos permite ofrecerles lo mejor con la combinación perfecta entre las especificaciones correctas al precio adecuado con un gran diseño”, dice Angelone. No obstante, ese énfasis en las actualizaciones inmediatas y la negativa a instalar software de los operadores podría resultar contraproducente para HMD Global en México. Cuando Motorola era propiedad de Google tuvo diferencias con América Móvil porque la operadora no estaba dispuesta a entregar a los usuarios las actualizaciones de software con la rapidez deseada por el fabricante, el resultado fue la ruptura de relaciones y la salida de Motorola de la oferta de Telcel en marzo de 2015. Ambas compañías no volvieron a trabajar juntas sino hasta hace apenas un par de meses, gracias al impulso de Lenovo, el nuevo dueño de Moto. “Apenas estamos comenzando nuestra relación con los operadores, pero cuando vean la emoción que despiertan nuestros teléfonos podremos construir alianzas mucho más estrechas. Ya lo hemos logrado en otras partes del mundo y en HMD Global nos vemos a nosotros mismos como una empresa basada en las alianzas”, afirma Seiche. Por el bien de los fans de la marca, esperamos que así sea.

 

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