El huracán Odile en México y las sequías en Brasil fueron las catástrofes naturales de mayor daño económico en Latinoamérica en 2014. A nivel mundial, el número de desastres naturales registró un nuevo récord, pero los daños económicos fueron modestos.   Por Fernando Casanova Aizpun En el año 2014 se registraron 189 catástrofes naturales y 147 siniestros antropógenos a nivel mundial. De este total, 25 catástrofes y 6 siniestros sucedieron en Latinoamérica, un aumento de 10 y una reducción de 5, respectivamente, al comparar con el año anterior. En el agregado global, los de origen natural marcaron una cifra récord superando los 178 del 2011, mientras que los causados por el hombre han sido los más bajos desde 1995, año en que se registraron 141 eventos. El número de víctimas fue, por igual, uno de los más bajos registrados, en parte gracias a mejoras en los sistemas de emergencia y de alerta temprana. La implementación de medidas de prevención y de mitigación seguirán siendo claves para reducir el número de víctimas en el futuro, especialmente si el cambio climático deriva en un aumento de la frecuencia en eventos catastróficos naturales. A nivel mundial, los daños económicos totales en 2014 rondaron los USD 110,000 millones, una cifra considerablemente inferior al promedio ajustado por inflación de la última década de USD 200,000 millones. Las pérdidas aseguradas también fueron bajas al registrarse USD 35,000 millones, comparadas con el promedio de USD 64,000 millones con el mismo ajuste de inflación y en igual periodo. Para Latinoamérica y el Caribe las catástrofes naturales y los siniestros antropógenos causaron daños económicos totales por un poco más de USD 8,200 millones y los daños asegurados superaron los USD 2,300 millones, siendo los huracanes y los accidentes industriales sus principales causantes. Las tormentas convectivas (que incluyen los tornados, granizos, truenos y relámpagos) fueron responsables de gran parte de los daños a nivel mundial. La naturaleza focal de estas tormentas implica que pueden causar daño considerable a cosechas, propiedades y vehículos cuando se producen en zonas de alta densidad poblacional. En Latinoamérica, la mayor parte de los granizos y tornados ocurren en Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina. Brasil, en el periodo de 1990 a 2012 ha tenido una media de dos tornados al año (mayormente en el sur) y por igual un promedio de 68 tormentas de granizo en todo el territorio nacional. Swiss ReA pesar de una temporada tranquila de huracanes en el Atlántico Norte, el Pacífico Oriental tuvo 20 tormentas de nombre propio. Esto significó 5 más que el promedio de 15 por año que se ha registrado desde 1990 y el año con más huracanes activos en la región desde 1992. El huracán Odile, que cubrió la península de Baja California en septiembre, fue el segundo evento catastrófico más costoso en México, sólo superado por el huracán Wilma de 2005. La combinación de fuertes vientos e intensas precipitaciones resultaron en daños asegurados de USD 1,700 millones, originados principalmente en la zona turística de Cabo San Lucas, donde la penetración del seguro comercial es relativamente alta dado el gran número de hoteles y propiedades comerciales. Brasil y América Central sufrieron periodos de sequía que perjudicaron la producción de café, maíz y frijoles, y cobraron la vida a miles de cabezas de ganado. Esto impactó el sustento de campesinos y de las familias de bajo ingreso, especialmente en América Central. El auxilio internacional ayudó a aliviar la situación; aun así, las condiciones de sequía permanecieron hasta principios de 2015. Las estimaciones preliminares de los daños totales son de por lo menos USD 3,000 millones. Por segundo año consecutivo, las bajas temperaturas provocaron la muerte a un alto número de personas en Perú. Se cree que unas 505 personas, en su mayoría niños y ancianos, murieron en la región andina debido a las frías temperaturas. En cuanto a los siniestros antropógenos de mayor costo económico, un incendio en una planta de petróleo en Argentina generó daños económicos totales de USD 200 millones, de los cuales USD 175 millones estaban asegurados. Mientras, en Brasil se estima que un incendio en una planta hidroeléctrica causó daños totales de USD 130 millones, con USD 115 millones asegurados. Otro incendio de gran magnitud ocurrió en una favela de Sao Paulo en septiembre, destruyendo cerca de 600 casas (80% del total) y dejando a unas 2,000 personas sin hogar. El total ajustado por inflación de daños asegurados ocasionados por siniestros antropógenos en Latinoamérica fue el menor de los últimos tres años, y se situó por debajo de la media de la última década.
Fernando Casanova Aizpun es Economista del Departamento de Economic Research & Consulting de Swiss Re responsable por América Central y el Caribe. Artículo basado en el estudio sigma 02/2015: Catástrofes naturales y siniestros antropógenos en 2014: las tormentas invernales y las tormentas convectivas generan la mayoría de daños, que puede ser descargado gratuitamente a través del sitio de Swiss Re.   Contacto: Twitter: @SwissRe YouTube: Swiss Re Página web: Swiss Re   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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