Autoridades analizan relación laboral entre repartidores y firmas tipo app

¿Prestadores de servicios independientes o empleados desprotegidos? La relación laboral entre las empresas tecnológicas de entrega de comida y repartidores están planteando una serie de cuestionamientos en torno a si es necesario regular estos nuevos esquemas laborales.  El debate ha escalado en diversos tribunales locales o federales de España, Francia, Brasil y Estados Unidos, por mencionar algunos; y en el caso de México, autoridades federales y legisladores analizan el surgimiento de este tipo de empleos, sus características y el impacto que están generando en el mercado laboral.  La Secretaría de Trabajo y Previsión Social, encabezada por Luisa María Alcalde, admite que aún no es claro el régimen jurídico de subordinación de empleos como el de repartidores para plataformas como Uber Eats, Rappi, Sin Delantal y Postmates.  TAMBIÉN LEE: Repartidores para apps, un eslabón débil en la nueva cadena laboral “Lo que observamos es que la subordinación, como elemento laboral tradicional, no se cumple en este tipo de trabajos, es una subordinación atípica, lo cual sumado a un régimen de seguridad social que tiene muchos años y parece ser que está desfasado”, apunta Omar Estefan Fuentes, director general de Seguridad y Salud de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social en entrevista con Forbes México.  En ese sentido la dependencia federal analiza cómo reformular el marco regulatorio con el objetivo de poner al trabajador al centro sin que esto “afecte desproporcionadamente a la fuente de trabajo y la existencia de este tipo de empleos que a veces son el único ingreso para algunas familias”.  Repartidores de comida y productos a domicilio que trabajan con estas plataformas señalan que llevan a cabo una actividad de riesgo y a través de redes sociales han denunciado que los accidentes viales, asaltos y acoso sexual, forman parte de sus jornadas.  MIRA EL VIDEO: Reparto seguro: La historia no contada por los repartidores de Uber Eats y Rappi Alrededor de 700 repartidores integrados en el movimiento “Ni un repartidor menos” solicitan a las empresas empezar a analizar un esquema de respaldo médico y laboral.  Sin embargo, las empresas insisten que los repartidores se integran a la plataforma bajo el esquema de  “prestadores de servicios independientes que buscan un ingreso adicional en un horario flexible” toda vez que no tienen una jornada laboral establecida y prestan el servicio directamente a los usuarios que solicitan los productos, en tanto que la plataforma únicamente es la “conexión” entre ambos.  Especialistas señalan que las tres principales elementos de una relación laboral, como lo son la jornada, el salario y la subordinación no están definidos en este tipo de empleos. Pero, se podría argumenta que hay una relación laboral toda vez que este tipo de servicios se prestan bajo los lineamientos establecidos por la empresa, señaló Valente Quintana maestro en Relaciones Laborales por la Universidad de Castilla La Mancha y profesor de la Universidad Iberoamericana.  “Lo más importante de entender es que estamos viviendo una cuarta revolución industrial, esto quiere decir que hay nuevos cambios de realizar  procedimientos, prestación de servicios, de productos y como cada cambio, llega el cambio productivo y luego saber, con base en esas características, cómo podemos adaptar para crear una norma que regule este tipo de prestaciones de servicios y protejan a los que los prestan”, señaló. Pero la aparición de este tipo de empleos también plantea otra interrogante: la necesidad de integrar la seguridad social en el país.  “Esos modelos se están difundiendo cada vez más en el mundo, yo creo que son parte de la nueva economía y por ello es importante que se empiece a discutir cuál  la modalidad de seguridad social y derechos mínimos de trabajo digno para estas personas. Redundaría en lo que nosotros decimos que hay que avanzar a una seguridad social universal, porque esos empleos van a seguir, la tecnología no va a cambiar y el patrón no se asume como tal”, apuntó Rogelio Gómez, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.