Una década después de que fuera cerrado como depósito de basura, ya se conoce cuál será el destino del Bordo Poniente, un extinto relleno sanitario ubicado a un costado del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México.
Forbes México conoció que en 17.8 hectáreas del antiguo basurero, las empresas Concretos Reciclados y Concretos Sustentables Mexicanos construirán y operarán durante 26 años dos plantas de reciclaje de residuos de construcción y demolición, conocidos comúnmente como cascajo.
El 24 de noviembre del año pasado, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la Manifestación de Impacto Ambiental de cada uno de los proyectos, a las que este medio tuvo acceso.
En el caso de la empresa Concretos Reciclados, se aprobó la construcción y operación de una planta de 9 hectáreas por un periodo de 26 años; en el de Concretos Sustentables Mexicanos se aprobó una planta de reciclaje de cascajo de 8.8 hectáreas por 26 años y cuatro meses. Esta última ya opera una planta de reciclaje de cascajo en la alcaldía Miguel Hidalgo.
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Es así como tres años después de que fuera cancelada la Planta Termovalorizadora El Sarape, prevista por el gobierno del hoy senador Miguel Ángel Mancera en los terrenos del Bordo Poniente, ya tiene proyectos sustitutos.
La fallida planta de reaprovechamiento de basura promovida por la administración anterior fue calificada por el gobierno de Claudia Sheinbaum como un negocio, ya que anualmente, durante 30 años, se pagarían casi 3,000 millones de pesos a Veolia por la administración y operación de la planta, por lo que decidió cancelar el proyecto.
A las nuevas plantas de reciclaje de residuos de la construcción y la demolición se sumará una planta de biocarbón que el gobierno de la Ciudad de México construirá en coordinación con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dicha planta, que se construirá a un costado de la Planta de Composta, generará electricidad. Así, el Bordo Poniente, ubicado en los límites de la Ciudad con el Estado de México, pasará de haber funcionado como relleno sanitario a ser un gran clúster de reaprovechamiento de residuos y detonador de la economía circular.
El relleno sanitario Bordo Poniente inició su operación en 1985, en 1,000 hectáreas para el tratamiento y disposición final de Residuos Sólidos Urbanos, en ese momento para la disposición de cascajo y materiales por los sismos de ese año.
¿Qué producirán las plantas de cascajo?
De acuerdo con la MIA aprobada por la Semarnat, la planta asignada a la empresa Concretos Reciclados, que ya opera un espacio similar en la alcaldía Iztapalapa, ocupará 9 hectáreas del Bordo Poniente, donde hará el tratamiento y aprovechamiento de 6,000 toneladas de residuos de la construcción y la demolición, o cascajo, por día. Operará 287 días efectivos al año, por lo que tendrá capacidad de reciclar 1 millón 722,000 toneladas de cascajo al año.
Los productos que recibirá para su reaprovechamiento serán blocks de cemento-arena o rojos de arcilla recocidos, sillares, prefabricados de concreto, concreto armado, concreto simple, mampostería de piedra y de tabique, tabiques rojos o de cemento-arena, cerámicos (azulejos, losetas, muebles de baño), ladrillos, morteros, arcillas, adopastos, adocretos y fresado de carpeta asfáltica. Todos estos desechos serán tratados y transformados en nuevos productos que serán reincorporados a la cadena de valor de la industria de la construcción.
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La planta de Concretos Reciclados obtendrá los siguientes productos y subproductos:
Provenientes de Concretos Hidráulicos y Morteros
- Elementos prefabricados, elementos estructurales y no estructurales, sobrantes de concreto en obra y premezclado, que podrán usarse para:
- Bases hidráulicas en caminos y estacionamientos
- Concretos hidráulicos para la construcción de firmes, ciclopistas, banquetas, guarniciones
- Elaboración de productos prefabricados (blocks, tabiques, adocretos, adopastos, losetas, guarniciones, bordillos, postes de cemento-arena)
- Bases para ciclopistas, firmes, guarniciones y banquetas
- Construcción de andadores y trotapistas
- Subbases en camiones y estacionamientos
- Construcción de terraplenes
- Construcción de pedrapenes
- Material de relleno o para elaboración de suelo-cemento
- Material para lecho, acostillamiento de tuberías y relleno total de cepas
- Material para la conformación de terrenos
- Rellenos en cimentaciones
- Relleno en azoteas o jardineras
- Mobiliario urbano
- Construcción de muros de carga uy divisorios y sustrato para cultivo de plantas
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Los productos provenientes de residuos mezclados servirán para usarse en:
- Concretos hidráulicos, morteros
- Blocktabicones, adoquines, tubos de albañal, cerámicos, mamposterías, prefabricados de arcilla recocida (tabiques, ladrillos, piedra braza)
- Subbases en estacionamientos y caminos
- Construcción de terraplenes
- Cobertura final en los rellenos sanitarios
- Construcción de andadores y trotapistas
- Bases para ciclopistas, firmes, guarniciones y banquetas
- Material para lecho, acostillamiento de tuberías y relleno de cepas
- Construcción de pedraplenes
- Material para la conformación de terrenos
- Rellenos en cimentaciones
- Relleno en azoteas o en jardineras
- Sustrato para cultivo de plantas; mobiliario urbano
Los productos provenientes de fresado de concreto asfáltico se usarán para:
- Carpeta asfáltica, bases negras
- Concretos asfálticos elaborados en caliente
- Concretos asfálticos templados o tibios
- Concretos asfálticos elaborados en frío, banquetas.
En noviembre de 1992, los entonces Departamento del Distrito Federal y la Comisión Nacional del Agua firmaron un convenio para destinar el Bordo Poniente para el aprovechamiento, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos.
Economía circular
“Los agregados resultados del reciclado podrán utilizarse como material para múltiples usos en la construcción de obras de infraestructura, ya sean promovidas por particulares o por instancias gubernamentales, para la elaboración de mezclas asfálticas tibias o frías, en la construcción de bases negras, carpetas, microcarpetas, microaglomerados y banquetas”, se lee en la MIA.
En el caso de la planta de la empresa Concretos Sustentables Mexicanos, se podrán tratar 300 toneladas por hora de cascajo limpio y 500 toneladas por hora de cascajo mezclado.
“A partir de los RCD (residuos de la construcción y demolición) se obtendrán agregados pétreos reciclados, concreto reciclado (hasta 85 m3/h) y asfalto reciclado (150 ton/h), para lo cual se instalará una serie de maquinaria y equipos, una planta de concreto y una de asfalto”, se lee en la resolución de la Semarnat sobre la MIA correspondiente, consultada por Forbes México.
La Etapa IV del Bordo Poniente operó durante 17 años y diariamente en promedio se fueron depositados alrededor de 12 mil toneladas y acumuló más de 70 millones de toneladas de Residuos Sólidos Urbanos.
Este medio dio a conocer en agosto del año pasado que la empresa Concretos Sustentables Mexicanos, constituida en 2012, opera el Centro Integral de Reciclaje de Residuos de la Construcción (Cirec), ubicado en un terreno contiguo al Parque Bicentenario, en la alcaldía Miguel Hidalgo, donde con una inversión privada de 60 millones de pesos el cascajo se transforma en agregado de concreto reciclado.
En aquella ocasión la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Marina Robles García, dijo en entrevista que con estas plantas de reciclaje de cascajo se resuelven dos problemas: “el primero es que cada tonelada de residuos de la construcción significa la extracción de recursos naturales vírgenes. El segundo es que cada que se destruye y se reconstruye algo se generan estos residuos y se depositan en sitios que no necesariamente son apropiados, porque generan destrucción de los ecosistemas que más debemos cuidar, por ejemplo las barrancas, los canales, los humedales, lagos o incluso en las esquinas, en las banquetas, terrenos baldíos”.
El 22 de noviembre de 2010, la Conagua y el Gobierno del Distrito Federal acordaron el cierre del Bordo Poniente, lo cual se concretó en diciembre de 2011.
De acuerdo con datos de la Secretaría del Medio Ambiente local, “la generación de residuos de la construcción y demolición ha aumentado como consecuencia del incremento en las obras públicas y privadas, construcción de edificaciones nuevas y las actividades de remodelación que se han llevado a cabo en la Ciudad de México en los últimos años”.
Además, a causa del sismo del 19 de septiembre de 2017 se demolieron 1,506 edificaciones y por lo menos 4,757 están en espera de ser demolidas por el alto riesgo de colapso, por lo que se abre un problema de gestión de este tipo de residuos que debe ser atendido.
“La lógica bajo la cual funcionaba el tema de los residuos de la construcción era que, al no tener un mercado, este material no tenía valor, pero al ahora tener un mercado importante, nadie va a querer tirar un cascajo en cualquier sitio porque finalmente es perder recursos. Las propias empresas recicladoras de estos materiales serán las más interesadas en estar recibiendo los materiales de la construcción y demolición”, destacó el año pasado la secretaria Robles García.
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