Es fácil pensar en incubarse, conseguir un mentor o un coach, elegir un asesor, obtener capacitación o decidir generar aprendizaje cooperativo con terceros, pero obtener una cuando necesitas de otra puede llevarte a la pérdida de tiempo y recursos, lo que resulta fatal para la mayoría del emprendimiento en nuestro país. El mejor capacitador, el mejor asesor, el mejor coach y hasta el mejor estratega nunca te servirán si recibes de ellos su apoyo en el momento inadecuado. Y discúlpame, pero te tengo noticias: muchos de ellos no analizan si es el momento de apoyarte, de la forma en que ellos brindan apoyo. Porque muchos no lo saben, y a algunos que sí lo saben, no les conviene decírtelo. La realidad es que la gran mayoría sólo utiliza una forma de apoyo (coaching, asesoría, consultoría, capacitación, entrenamiento, mentoría, incubación, etc.). Y este problema de nuestro país y de otros países es el gran averno, el gran abismo del emprendimiento, el báratro de la condena para quien desea con todas sus fuerzas una mejor vida de manera independiente. Porque no sólo es una cuestión de desconocimiento de lo que necesitan, sino también de la forma en que lo necesitan. Y es ahí donde los emprendedores, de por sí perdidos, se pierden más. Aquí es donde entran las formas de apoyo como herramientas. Donde muchos callan.   Analogía Imagínate estar vendado de los ojos todo el tiempo, saber que tienes que hacer un hoyo para sacar un tesoro, sin saber cuán grande o profundo deba ser para conseguirlo. En el emprendimiento es lo mismo. Tipo de apoyo Ahora imagínate tener a alguien que, sentado a tu lado, te diera a ti y a tu equipo cucharitas de plástico, bajo el pretexto de que lo primero es empezar. Quizás al principio estarías muy motivado porque te apoya el mejor entrenador de todos, y sientes que no te cansas y buscas mantener ese estado. Y cuando algo suceda que te obstaculiza, que él te dijera que fueras con un coach, quien hablaría contigo con el fin de encontrar lo que te detiene de manera interna, motivarte y conducirte a tus objetivos. Y que así pudieras continuar. Ahora plantéate otra cosa, piensa que pudieras tener a un lado a un asesor que te comentara que serían más efectivas las cucharitas de metal para hacer el hoyo, o a un mentor especialista en hacer hoyos que te dijera que lo más efectivo es usar una pala, por la resistencia y posibilidad para hacer mejor palanca que las cucharitas de plástico, y que tú siguieras dándole, ahora con pala, sintiendo que de repente encontrarás el tesoro. Y que luego vieras a otro y a otro y a otro, y te dieras cuenta que de repente estás a punto de agotar los recursos, además que te han cobrado por decirte cómo hacer las cosas, y “te han apoyado”. Y de repente que se te acabara el dinero y tuvieras que dejarlo. Que regresaras años después con un consultor, que analizara la situación y te dijera que en este terreno no había más que roca, que no ibas a encontrar oro, ningún metal, o que tienes no que hacer un hoyo sino un túnel de 10 kilómetros de largo para conseguirlo. Y que tú recordaras todo lo que hacías con tu equipo y con sus cucharitas de plástico al principio. Algo así sucede con los emprendedores y las formas de apoyo.   El problema Desgraciadamente, quienes brindan el apoyo muchas veces sólo saben utilizar su herramienta o su forma de apoyo. Sí, debo decirte que la asesoría, el coaching, la capacitación o la consultoría son herramientas, porque son formas de apoyo, pero al igual que los desarmadores, hay tipos diferentes, y como las cajas de herramientas, cada cosa te ayudará para algo en específico en el momento específico. El problema es que no los sabes. Por poner un ejemplo, es como armar un mueble: intercalas el martillo con el desarmador. Como experto debo decirte que la realidad es que requieres de diferentes cosas intercaladamente en distintos momentos. En el mejor escenario requerirías al menos de un orden intercalado de ello. Ahora piénsalo cuando estás en una incubadora y el que te explica cómo hacer un negocio de construcción lo único que ha hecho es un restaurante. Es como pensar que necesitas una bola de demolición para tirar de manera rápida, en menos de cuatro días, un edificio, y tú insistes en que lo lograrás con 15 personas y sus cucharitas de metal, porque te lo dijo alguien que conocía un outsourcing de recursos humanos. ¿Me explico? A veces sabes el objetivo, a veces sabes la forma, pero no sabes cuál forma necesariamente te conducirá al resultado, y aquí es donde te pierdes. Te explico a grandes rasgos qué hace cada forma de apoyo. (No obstante, por tu momento exacto tendríamos que ver a quién requieres para conseguir resultados.)
  1. Coach: Similar a la terapia, es una herramienta que utiliza el proceso del diálogo comunicativo para encontrar puntos ciegos en el individuo, reconocer sus objetivos, reafirmar sus compromisos, motivarle y conducirle en la consecución de objetivos. El coach nunca da respuestas.
  2. Asesor: Un asesor es un especialista o experto en ciertas temáticas. Ofrece un camino y alternativas posibles. El asesor brinda una guía de respuestas que considera pertinentes y caminos a recorrer. (En México se confunde muchísimo al asesor con el consultor.)
  3. Consultor: El consultor, a diferencia del asesor, tiene un trabajo de intervención de algún tipo. Yo, por ejemplo, cuando trabajé en información estratégica, trabajé en empresas de consultoría, realizábamos estudios extensos de información del mercado, del targeting, de investigación de mercados, etc. Para brindar respuestas específicas a problemas específicos, un consultor mete más las manos que el asesor, realiza un trabajo de intervención de algún tipo para después esclarecer la mejor opción del camino a recorrer. (Cuando pienses en consultoría piensa en un contador público, es el ejemplo perfecto de la consultoría. Él te hace el trabajo de intervención, él te hace la contabilidad y te presenta tus declaraciones.)
  4. Capacitador: Experto en hacer aquello en lo que capacita. Quien muestra de manera clara el ejercicio y puesta en práctica de X capacidad. Desgraciadamente en México muchos capacitadores casi nunca han implementado aquello que dicen que hacen. En muchas ocasiones parecen más especialistas en enseñanza, que nos dicen cómo debemos hacer las cosas, alguien que “nos capacita” para hacerlas.
  5. Mentor: Alguien que pasó por ese camino específico. Importante comentar que hay mentores por tipo de industria y por tipo de actividad. Un mentor hace las veces de asesor, pero en vez de dar líneas posibles, busca resolver el problema con una sola respuesta que considera la más adecuada. Puede no tener estudios, tú lo contratas por su experiencia. Muchos mentores (la mayoría) han tronado empresas. Si quieres buscarte a uno, checa que su negocio sea robusto, imponente, con mucha infraestructura y todo un éxito.
  6. Entrenador: Similar a lo que debiera hacer un capacitador, el entrenador lo que hace es llevarte al ejercicio de la acción, pero en el terreno, lo que te permitirá fallar o acertar en el camino y aprender de ello. Es quien te empuja a hacer las cosas, y te lleva constantemente a los ejercicios y prácticas de los negocios. Es quien te mete en el terreno de juego a patear el balón. (Se confunde mucho con el coach.)
  7. Estratega: El estratega es un especialista en analizar situaciones, evaluar la información, estructurar balance, descubrir oportunidades, controlar los factores en juego y dominar los pasos a seguir. Los mejores estrategas normalmente trabajaron en consultoría, estuvieron todo el tiempo analizando información en el terreno y dando respuestas a problemas complejos.
  8. Incubador: Es el que ayuda a planear ideas desde el inicio, afina detalles, se centra en la planeación, en ocasiones utilizando modelos o esquemas de negocios. Es el que ayuda a pulir detalles del proyecto y en ocasiones sugiere líneas de acción para acercar a los nuevos emprendedores a posibilidades de acción. En México, muchos incubadores quieren parecer estrategas, y confunden la planeación con la estrategia. Desgraciadamente, gran parte de los mecanismos de incubación se encuentran en universidades, que en ocasiones son guiados o conducidos por personas que enseñan “cómo hacer las cosas” pero que nunca lo han hecho. (Como muchos maestros de universidad.)
  9. Aceleradora: Las aceleradoras buscan, como su nombre lo dice, apresurar el crecimiento natural de un negocio. Lo hacen implementando sistemas tecnológicos, estructuras de innovación, adecuando modelos de negocios y consiguiendo acercar de manera rápida flujos grandes mediante mecanismos de fondeo.
  10. Mecanismos de fondeo: Todas las formas existentes para conseguir recursos (fondeo gubernamental, créditos bancarios, créditos compartidos, inversionistas privados, crowdfunding, etc.). En ocasiones las personas los consiguen pudiendo contratar a 30 personas más (para darles cucharitas).
Este artículo te sirve de guía básica para saber a grandes rasgos la forma de apoyo que te brinda una u otra herramienta, pero es importante que pidas mucha más información a quienes te acerques. No todos te diagnostican adecuadamente para saber qué requieres en el momento en que estás y lo que requerirás posteriormente, lo que te puede resultar en malgastar tu tiempo y/o dinero, y poner tu negocio o emprendimiento en peligro. Si requieres apoyo acércate a personas y pregúntales la forma en que te pueden ayudar, que te expliquen claramente alcances y limitantes. Y si son profesionales y honestos, te lo dirán.   Contacto: Correo: [email protected] / [email protected] Twitter: @coachalexmeza Facebook: ImpulsoHumanoMexico Página web: Impulso Humano México   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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