Bain, cuyo consorcio firmó el acuerdo de compra la semana pasada, también dijo que espera resolver las disputas legales sobre la transacción durante una primera etapa con Western Digital Corp, socio de Toshiba en la sociedad conjunta de tarjetas de memoria, detalla la agencia Reuters.
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Toshiba quiere completar la venta antes del cierre de su año fiscal en marzo y piensa utilizar los fondos para recuperarse de la quiebra de su negocio estadounidense de energía nuclear y así salvarse de una potencial exclusión de bolsa.
Con el reloj en marcha, Bain pidió la autorización de las autoridades chinas de competencia el día después de firmar el acuerdo, dijo el miércoles una fuente cercana a la situación.
Pero varias fuentes con conocimiento del asunto dijeron a Reuters que anticipan una dilatación del proceso por la naturaleza estratégica del sector de microprocesadores en China y las complicaciones políticas -incluyendo la tensión con Corea del Sur y la presencia de la surcoreana SK Hynix en el consorcio.