Por: Francisco Lira

Se acerca el cierre del 2022 y hacer una pausa para reflexionar sobre la situación actual en el mundo y en México es un ejercicio muy importante para comprender el entorno económico y a la vez prever cómo se vislumbra el 2023. Dentro de los retos actuales a los que nos enfrentamos se encuentra la desaceleración económica a nivel mundial en un contexto de inflación generalizada, aspectos que se derivan por múltiples factores como son la pandemia por COVID-19, la invasión de Rusia a Ucrania, entre otros. 

En México podemos sentir “lejanos” estos países, sin embargo, son importantes proveedores de energía, cereales y ciertos metales e incluso en muchos casos, la dependencia de estos productos es muy alta, lo que provoca un desequilibrio de suministros en muchos niveles. De acuerdo con el Banco Mundial, este contexto da como resultado un crecimiento acelerado de la inflación y promueve que las condiciones financieras sean más restrictivas y acentúa la incertidumbre en el ámbito político.

Ahora, en cuanto a la desaceleración económica y de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), esto es debido a que países que representan un tercio de la economía mundial se encuentran al borde de contraerse en este año o el siguiente. Esto sumado a que Estados Unidos, China y la zona del euro, —consideradas las tres principales economías —, seguirán estancadas y cansadas fiscalmente. De este modo y derivado de las lesiones económicas que dejó la pandemia, los principales retos globales volverán a ocasionar complicaciones. 

A nivel nacional, además de los factores globales, ya se tenía un panorama complicado en materia económica, por lo que 2023 será un año en donde afrontemos diversos desafíos. De acuerdo con diferentes entidades nacionales e internacionales, México tendrá un año con muchos retos y se estima que recupere su nivel de producción previo a la pandemia a mitad de 2023.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional indicó que el país crecerá 2,1% este año y para 2023 1,2%. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ajustó a la baja su estimación para la economía mexicana con un 1,5% para el siguiente año. Finalmente, en el reporte del segundo trimestre de 2022 del Banco de México (Banxico), determinó que su previsión de crecimiento para 2023 es de 1,6%. Esto derivado de los factores mencionados anteriormente pero también por la baja en el crecimiento previsto de los Estados Unidos.

Es necesario saber que las perspectivas dependen de los diferentes factores de riesgo que agravan las diferentes situaciones y escenarios, como lo son, la inestabilidad financiera, los conflictos geopolíticos, la creciente inseguridad alimentaria y las presiones sobre los suministros. A nivel nacional, lo que ha favorecido a México ha sido la normalización de las actividades conocidas de “contrato intensivo”, como el sector alimentario y el turismo y hotelería, además de los precios favorables de materias primas y las inversiones extranjeras. Sin embargo, para poder verdaderamente ofrecer soluciones duraderas, es necesario que se abran conversaciones entre el gobierno, las empresas y la sociedad civil y poner en marcha políticas macroeconómicas, energéticas y de certeza jurídica estratégicas a nivel nacional e internacional. 

Para poder aprovechar la oportunidad única del “near/friend/ally shoring” que implica invitar y promover que la manufactura particularmente de Asia y China, se traslade a nuestro país.

Suscríbete a Forbes México

Contacto:

Francisco Lira, CEO de Banco Sabadell en México.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México

 

Siguientes artículos

Agua escasez 2050
Alimentación sustentable: el gran reto
Por

Alimentar a una población mundial en constante aumento -en un contexto de cambio climático y escasez de agua- plantea un...