Nadie pareció notarlo, pero en lo que va de 2013 Rusia, Corea del Norte, Kazajistán, Indonesia, Bosnia y Herzegovina  y Azerbaiyán hicieron compras masivas del metal, a contracorriente del mercado y aprovechando la caída en el precio del lingote.   Por Agustino Fontevecchia   El oro ha mantenido una tendencia a la baja desde el pasado mes de octubre, con una dramática caída de 5.1% en el precio del lingote sólo en febrero. A medida que los precios caían y los inversionistas perdían la fe, los bancos centrales han estado en el lado opuesto del negocio, engullendo lingotes a una velocidad de 27 toneladas métricas por mes, según el experto en oro de UBS, Edel Tully. Rusia y Corea del Sur están entre los mayores compradores, mientras que varios compradores nuevos y más pequeños han surgido, lo que sugiere los bancos centrales no están despreciando el metal amarillo en la misma forma que el mercado en general parece haberlo hecho, lo que demuestra que hay optimismo por el oro. Los bancos centrales se convirtieron en compradores netos de oro en 2011 después de 20 años de ventas consistentes, según el World Gold Council. Y mientras que el metal amarillo ha caído de forma sostenida cada mes desde octubre (con la excepción de marzo, donde subió 1.6%), parece que la tendencia continuará. Los datos recopilados por UBS muestran que los bancos centrales compraron cerca de 54 toneladas métricas de oro en los dos primeros meses del año, eso es más de 1.9 millones de onzas, o más de 3 billones de dólares (sí, con doce ceros) a precios del miércoles 27 de marzo(cuando el lingote se situó en 1,604.70 dólares la onza, a las 12:25 en Nueva York). Corea del Sur, por ejemplo, anunció la compra de 20 toneladas métricas en febrero, mientras que Rusia hizo lo propio con 19.2 toneladas métricas en 2013. Otros compradores incluyen a Kazajistán (6.6 toneladas), Indonesia (1.9 toneladas métricas), Bosnia y Herzegovina (1 tonelada), y Azerbaiyán, que compró 2 toneladas métricas después de tener cero reservas de oro en más de una década.   Tully de UBS explica:
Si bien la información es retrospectiva, el voto de confianza por parte de los bancos centrales ayuda al ánimo del mercado cuando la compra se confirma. Sin embargo, el valor real en la compra de oro por parte de los bancos centrales es cuando ésta se produce y/o cuando los participantes del mercado piensan que la transacción está cerca. Durante la ola de fuertes ventas de febrero se habló en los mercados de una actividad oficial en el sector. Y además de la compra en sí, como revelan los datos más recientes del FMI, el hecho de que los participantes del mercado consideraran la posibilidad de intervención de los bancos centrales, también ayudó a estabilizar los precios.
  El oro se tornó marginalmente positivo en marzo, frente a la nueva etapa de la crisis de la deuda soberana europea. Mientras surgía la aversión al riesgo, los inversionistas compraron oro como cobertura por riesgo de un suceso extremo y escenarios destructivos, incluyendo la salida de Chipre de la zona euro y el riesgo político en Italia, donde Pier Luigi Bersani ha logrado obtener el apoyo de Silvio Berlusconi y Beppe Grillo, del 5-Star Movement para formar un gobierno. Los precios del oro subieron a partir del 15 de marzo, a medida que la crisis bancaria chipriota hacía erupción, ya que el tipo de cambio euro-dólar se rompió. El Euro cayó un 1.5% frente al dólar en marzo, mientras que el lingote ha ganado cerca de la misma cantidad. Los rendimientos del oro cerraron marzo mixtos, con Newmont Mining reportando la duplicación en sus retornos, Goldcorp plano, y Barrick Gold con una caída de casi 2%. La compra de oro por parte los bancos centrales es una clara señal alcista para los inversionistas, pero de ninguna manera es un indicador de que el mercado está listo para un giro definitivo. Con el fantasma de las alzas en las tasas de interés y una mejoría de la economía de Estados Unidos, junto con las expectativas de un dólar fuerte, en el mediano plazo el oro obtendrá su apoyo en los continuos brotes de la crisis de deuda soberana de Europa. Pero, si EU continúa en su senda alcista y la inflada hoja de balance de Bernanke comienza a presionar la inflación, el oro puede volver a encontrar el camino hacia arriba.   *El FMI traduce literalmente el “tail risk” como “riesgo de cola”, nosotros optamos por el término “riesgo de suceso extremo”. (N. del  T.)

 

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