El Banco de México (Banxico) consideró que han disminuido las probabilidades que de que se materialicen los peores para la economía mexicana, por lo que ajustó al alza su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), al considerar que crecerá entre 2.0 y 2.5% durante 2017 y entre 2.0 y 3.0% para el próximo año. En su informe trimestral, correspondiente a abril-junio de este año,  el banco central aseguró que el panorama para el crecimiento económico del país “parecería haber mejorado” respecto a la información disponible al momento del informe anterior, y que observa una recuperación en la actividad económica y el comercio globales, mientras que “el mercado interno se ha mostrado resiliente y la confianza de los empresarios y de los consumidores se ha elevado gradualmente”. En la conferencia de prensa para presentar este informe, el gobernador de la entidad, Agustín Carstens, que entre los escenarios que registraron un alza se encuentra el que contempla una renegociación del TLCAN exitosa y que detone la inversión en nuevas áreas de oportunidad, así como mejores resultados de las reformas estructurales a los esperados y una mejoría en la evolución de la producción petrolera. Y agregó que los riesgos a la baja son una resultado poco favorable en la modernización del pacto comercial con Canadá y Estados Unidos y un aumento de la volatilidad en mercados financieros internacionales, así como la incertidumbre de que el próximo proceso electoral en México reduzca las fuentes de financiamiento y afecte el gasto público. Señaló que si bien todavía persiste la incertidumbre sobre el futuro de la relación comercial entre México y Estados Unidos, hay menos probabilidades de que se concreten los escenarios que causaban mayor temor sobre la economía, por lo que ajustó el intervalo de pronóstico de crecimiento del PIB para 2017 de 1.5-2.5% a 2.0-2.5. Mientras que para el próximo año 2018 modificó su estimación de 1.7-2.7% a un rango de entre 2.0 y 3.0%. “Esta trayectoria es consistente con la previsión de que se consolide la reactivación de la producción industrial en Estados Unidos, así como con la expectativa de que algunas reformas estructurales tengan efectos cada vez más notorios sobre el crecimiento, y de que el fortalecimiento del marco macroeconómico que las autoridades tanto monetaria como fiscal han venido llevando a cabo propicie condiciones más favorables para la actividad productiva en México”, apunta el informe de Banxico.

 

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