Riesgos para el crecimiento global y disipación de afectaciones transitorias atenuarían inflación en el segundo semestre.   La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió este viernes mantener su tasa interbancaria de un día al 4%, por considerar que la inflación descenderá a un rango de entre 3-4% en la segunda mitad del año. En su anuncio de política monetaria, la Junta fundamentó esta expectativa en importantes riesgos a la baja para el crecimiento mundial, una desaceleración de la demanda interna y el carácter transitorio de la presión inflacionaria observada a principios de este año. Con respecto al ambiente económico global, que influye en la demanda externa de exportaciones mexicanas, hizo referencia a la posible conclusión del programa de estímulo de la Reserva Federal estadounidense; a la recesión de la Zona Euro en el contexto de su afligido sistema financiero; y a la volatilidad de los mercados japoneses por la incertidumbre en torno al enorme estímulo fiscal y monetario anunciado en ese país. Además, señaló que algunos componentes de la demanda interna de México han reducido su ritmo de expansión, lo que sugiere que la demanda agregada no es -ni será- factor al alza para los precios. Finalmente, observó que las altas cifras de inflación registradas desde principios de este año se deben a una baja base de comparación; a la actualización de los ponderadores del Índice Nacional de Precios al Consumidor; y a choques de oferta ya identificados, destacando las afectaciones climáticas y sanitarias del sector agropecuario, y la revisión a las tarifas del transporte público del Distrito Federal. Agregó que el carácter transitorio de estos efectos se evidencia en el hecho de que la medida subyacente de la inflación, que no incluye los elementos volátiles de los alimentos y la energía, se ha mantenido por debajo del 3% durante varios meses. Por lo anterior, el banco anticipa que la inflación general muestre una ligera disminución en junio, y que su trayectoria descendente se intensifique a partir de julio, para ubicarse entre 3.0% y4.0% en los últimos dos trimestres del año. En el corto plazo, Banxico citó como riesgo al alza para este pronóstico la posibilidad de que el precio del transporte se incremente en algunas entidades, así como los incidentes climáticos y sanitarios que podrían aumentar el precio de la canasta alimentaria. Sin embargo, señaló que la posibilidad de que la actividad económica de México se debilite es un riesgo a la baja que “podría mitigar en cierta medida los riesgos al alza señalados anteriormente”.

 

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