El Banco Central Europeo (BCE) evalúa las opciones que le permitan extender su programa de impresión de dinero, en un contexto de las reducciones que realizó a las previsiones de crecimiento de la zona euro, aunque sin confirmar una extensión de sus adquisiciones mensuales de activos por 80,000 millones de euros, por lo que el esquema actual continuará hasta marzo próximo o más allá en caso de ser necesario. Así lo dio a conocer el banquero central europeo Mario Draghi a los medios de comunicación, donde agregó que “el Consejo de Gobierno encargó a los comités relevantes (del BCE) que evalúen las opciones que aseguren una implementación adecuada de nuestro programa de adquisiciones”. En esa reunión con la prensa, Draghi advirtió sobre riesgos a la baja, entre ellos la incertidumbre relacionada con el Brexit, pero dijo que por ahora no se requerían medidas. “Por el momento, los cambios no son sustanciales para requerir una decisión de actuar. Vemos que nuestra política monetaria es efectiva”, dijo después de que el BCE anunció que dejó sin cambios su tasa de depósitos en -0.4% y dejó la principal tasa de refinanciación en ceros. Después de 18 meses consecutivos de implementar su programa de compra de bonos gubernamentales, las tenencias del BCE tocaron un nivel histórico de un billón de euros la semana pasada, pero igualmente se prevé que los precios suban apenas 0.2% este año, muy debajo de su meta de casi 2%. Este jueves, el BCE también mejoró su proyección del crecimiento de la zona euro a 1.7% desde 1.6% este año, aunque la rebajó a 1.6% desde 1.7% tanto para 2017 como para 2018. Asimismo, estimó que la inflación tenga un modesto despegue a 1.2% el próximo año, apenas 0.1% por debajo de su anterior proyección, y 1.6% en 2018.

 

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