Los beneficios de la reforma energética no son notorios, debido a que el gobierno de Enrique Peña Nieto incremento impuesto especial sobre producción y servicios (IESP) para resolver el desequilibrio de las finanzas públicas, aseguró Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). “Los beneficios de la reforma energética no se perciben, a causa del grave problema de las finanzas públicas del país”, manifestó el empresario. “El gobierno optó por resolver el desequilibrio fiscal yéndose por el camino más fácil: elevar los impuestos, especialmente el impuesto especial sobre producción y servicios que espera recaudar por la venta de gasolinas y de diésel”, expresó. Según el dirigente del organismo patronal, el gasolinazo se ha traducido en un incremento desproporcionado en el precio de dichos combustibles para los usuarios finales, generando protestas en la mayoría de las entidades del país. “Sí hay margen de maniobra para reducir los porcentajes de impuestos considerados en la fórmula para la determinación de los precios de las gasolinas, y ello necesariamente pasa por un mayor esfuerzo del gobierno para corregir su balance fiscal”, dijo. Más que subir impuestos a las gasolinas hasta representar cerca del 40% de su precio final, “lo que se requiere es un recorte efectivo del gasto público, estableciendo una meta de reducción real con respecto al gasto autorizado por el Congreso para este año 2017”, dijo. Dicho recorte al gasto no debe hacerse simplemente disminuyendo el presupuesto de la inversión pública o los programas sociales sino, sobretodo, mejorando la eficiencia del gasto. La corrupción y el dispendio del Estado en materias como publicidad y elecciones deben de una vez desaparecer. Lee también: Prepárate para la ‘megacuesta’ de enero: habrá alza de 10% en alimentos por gasolinazo De  Hoyos Walther señaló que es necesario un compromiso de reducción de la deuda pública, para mantenerla por debajo de los niveles que tenía el inicio del sexenio, que era de 33.9% del PIB, con respecto al nivel hoy cercano al 50% del mismo producto que se cerró en el 2016. “Es relevante que se reduzca el crecimiento de la deuda que fue adquirida en dólares, dado que con la devaluación del peso y el aumento a las tasas internacionales de interés podrían desestabilizar los flujos financieros del gobierno en un futuro cercano”, expresó el líder patronal. Agregó que es urgente  auditar y lograr la transparencia absoluta de Pemex para evitar que la corrupción y la ineficiencia en el uso de sus recursos. “La empresa productiva del Estado tiene que dar cuentas de esos asuntos, explicar cómo planea invertir la situación de vulnerabilidad que tenemos al importar cerca del 60% del consumo nacional de gasolinas, por la obsolescencia y la falta de mantenimiento de la infraestructura de refinación”, comentó. Lee también: Protestas contra alza en precio de gasolinas paralizan las carreteras del país  El presidente de Coparmex declaró que las empresas enfrentan una situación muy delicada, porque además del incremento del precio de la gasolina y el diésel se procedió a la liberación del precio de gas LP y se observó una  alza acumulada en el gas natural. “En adición a ello, también se incrementaron las tarifas eléctricas al iniciar el año: para el sector industrial el alza va del 3.7 al 4.5 por ciento; para el sector comercial, entre el 2.6 y el 3.5 por ciento. Tan solo en los últimos doce meses, la inflación del productor en cuanto a generación, transmisión y distribución de energía ha sido del 13.2%, una cifra alta en todas las proporciones”, concluyó. Lee también: Gasolinazo es doloroso y difícil, pero inevitable: Peña Nieto 

 

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