Ser realistas y legítimamente críticos debe incluir reconocer signos de recuperación y bienestar. Recientemente, el Consejo de Evaluación de la Ciudad de México (Evalúa), informó que el porcentaje de la población capitalina cuyas necesidades básicas estuvieron insatisfechas bajó del 60.9% en 2015 al 57.4% en 2020.
Si tenemos en cuenta que las “Necesidades Básicas” también incluyen subdimensiones como educación, adecuación sanitaria y acceso a teléfono e internet, resulta que la mejoría se presentó de manera integral para el bienestar de los sectores más vulnerables de la ciudadanía.
En ese mismo periodo, la población en pobreza extrema tuvo un decremento de 2.7 puntos porcentuales, al pasar de 19.5% a 16.8%. Estos números tienen rostros y representan a miles de niñas, niños, adolescentes, mujeres, hombres y personas adultas mayores que no tuvieron que padecer hambre, falta de energía eléctrica, vivienda o acceso a algún servicio de salud.
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Los programas sociales implementados por el gobierno de la capital de la nación, encabezado por Claudia Sheinbaum, fueron pieza fundamental para esta realidad. Muestra de ello es Mi Beca para Empezar, que ha beneficiado a más de un millón de jóvenes estudiantes, sin discriminarlos por las condiciones externas que impactan en su promedio escolar y que son, precisamente, las que se deben combatir.
Un estudio conjunto de UNICEF y Evalúa reportó que el 93.3% de las familias beneficiadas tuvieron un ingreso menor a 10 mil pesos mensuales y en el 41.7% de los casos no rebasó los 5 mil pesos al mes.
Además, 7 de cada 10 responsables de cuidado y crianza dijeron que la beca había significado una “mayor tranquilidad económica en sus hogares, por la regularidad de la transferencia, que es un ingreso fijo a la economía familiar”.
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En el contexto de la contingencia sanitaria, los programas sociales, dirigidos a redistribuir la riqueza, han sido cruciales para frenar el incremento de pobreza, que se ha presentado a nivel global, y evitar que se acentuara en los grupos que ya eran vulnerables antes de la pandemia.
Habrá que esperar mediciones sobre el derecho a la satisfacción de otras necesidades básicas ―como la implementación de más de 21 mil puntos de wifi gratuito a lo largo y ancho de la ciudad―, en tanto, la realidad es que el paradigma de poner en primer lugar a los grupos más vulnerables rinde resultados.
Con más de 7 millones de personas vacunadas en la Ciudad de México y un descenso sustancial en la curva de contagios, ahora el siguiente paso es consolidar la recuperación económica.
Contacto:
Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
TW: @guerrerochipres
Twitter: @elconsejomx
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