Estamos a sólo unos días de nuestro Foro Forbes Economía 3.0. Sigue la transmisión de todo el evento en vivo el próximo lunes 26 de septiembre a partir de las 8 de la mañana, aquí en Forbes.com.mx   Por Luis Carlos Chacón Esta tendencia es, prácticamen­te, un hecho consumado: la llamada ‘Economía 3.0’ seguirá cambiando la forma de traba­jar, negociar, comprar y consumir. La ‘economía colaborativa’, los negocios emergentes, las nuevas tecnologías, los medios de transporte, los conteni­dos, el turismo y otras industrias viven grandes cambios que han hecho a varias empresas replantear su modelo de negocio en México y el mundo. Esta reinvención comenzó en 2015 con la consolidación de la ‘economía colaborativa’ y el cambio en los pre­cios de los commodities y el tipo de cambio del dólar a escala mundial. El periodo se ha extendido y demuestra que vivimos una transición econó­mica que, según economistas, durará hasta finales de la década. Muchos coinciden en que las curvas de aprendizaje se habrán superado en 2020. Mientras tanto debemos estar preparados para la crisis de la banca italiana, cambios drásticos en la deuda de los países de América del Sur y otros fenómenos que traerán gran­des dosis de volatilidad. Frente a eso debemos pensar, por ejemplo, en la masificación de la tecnología y la evolución de los modelos de transporte. Con ello vendrán nuevas oportunidades de negocio y también nuevos dramas en este campo. También puedes leer: México, el segundo país con mayor potencial en economía colaborativa en AL  ‘Futuros’ de la economía 3.0 Es importante empezar a visualizar el futuro. Para ello es necesario entender la primera regla de los futurólogos: no hay una versión única del futuro; se deben aplicar diferentes herramientas para captar las diferentes versiones del porvenir. Es lo que Oxford plantea como su Metodología de Escenarios. Para aplicar escenarios a un tema hay que hallar elementos que produz­can en el mismo incertidumbre o des­conocimiento, pero después de haber hecho una investigación y análisis de información y datos, bajo lineamien­tos relacionados con la confiabilidad de la fuente, el tipo de dato dispo­nible (cuantitativo o cualitativo), su capacidad para convertirse en un patrón económico/social/político/cultural, su impacto en el contexto histórico del tema a estudio y varios más. Luego de analizar más de 14 he­chos que pueden impactar el futuro y cambios relacionados con la Econo­mía 3.0, para esta nota se eligieron dos que traen incertidumbre y desconocimiento a la mayoría de empresarios independientes y altos cargos en multinacionales: 1. Adopción de los modelos y oferta de la economía colabora­tiva. Además del crecimiento en el número de usuarios que hayan utilizado/usen, por ejemplo, el servicio de Airbnb; esta variable depende de factores como:
  • Creación y apertura de medidas gubernamentales.
  • Desarrollo e innovación que lleve la economía compartida a nuevas categorías de consumo.
  • Ampliación de los hábitos de compra por canales digitales y móviles.
  • Penetración de internet, tarjetas de crédito, teléfonos inteligentes y otros canales emergentes de compra e intercambios.
  • Aumento del número de plazas laborales que se generen.
  • Implementación de monedas virtua­les relacionadas con el intercambio de productos y servicios.
  2. Tipo de mercado. En un contexto país es posible hablar de mercados en­focados en el capitalismo ‘Libre’ y otros donde predomina el modelo ‘Protec­cionista’, teniendo en cuenta que cada país/zona del mundo tiene matices. Para Paul Krugman existen también otros factores determinantes:
  • Políticas monetarias.
  • Oportunidades para el desarrollo de libre importación y exportación.
  • Ventajas y desventajas relacionadas con la libre competencia.
  • Manejo de niveles de deuda externa.
  • Cargas impositivas a empresa privada y personas naturales.
  • Importancia o no del Estado como empleador y gestor de trabajo.
  • Nivel de competitividad de las indus­trias locales y la forma como esto se refleja en el sistema de precios.
  En el escenario 1 El llamado ‘estancamiento’, los gremios y sindi­catos (taxistas, hoteleros, comercia­lizadores, etcétera) logran ‘ganarle la batalla’ a los formatos de economía compartida a través del impulso de la competitividad e innovación de industrias completas. Un caso concreto: Atlanta, en Esta­dos Unidos, donde una noche de hotel tres o cuatro estrellas cuesta menos que enlistar con Airbnb. Como resultado, el contexto eco­nómico en este escenario parece estar detenido en el tiempo y se parece más al ideal de hace algunos años: alta capacidad industrial, acceso al em­pleo y al sistema financiero, modelos burocráticos, libre comercio amplio, etcétera. Para muchos, este escenario tiene menos probabilidad de suceder; sin embargo, no se puede desconocer que hay personas (políticos, empresarios o ciudadanos) que prefieren y cultural­mente respetan el statu quo. En el caso de Colombia, los taxistas están listos para votar No al plebiscito de los acuerdos de paz con las FARC; sólo cambiarán de opinión si el gobierno local retira a Uber del país (como éste, hay varios casos que ratifican las posibilidades de esta versión del futuro).   En el escenario 2 El llamado ‘ex­periencia foránea’ ve la consecuencia de políticas relacionadas con el sobre­proteccionismo, al punto que limita la capacidad de acceso a tecnologías y al modelo emergente de la eco­nomía colaborativa. Aunque poco a poco desaparecen, los países de corte musulmán más conservadores, zonas de guerra y lugares como Venezuela y Corea del Norte recuerdan este tipo de escenarios. En esta versión del futuro, el nuevo modelo económico es algo de lo que se oye hablar a familiares que viven en el exterior, extranjeros y disidentes.   El escenario 3 Lo llamamos ‘igualitarismo’ porque la principal consecuencia para muchos del cre­cimiento exponencial de la llamada ‘Economía 3.0’ en los mercados libres será la disminución del costo final y la ganancia marginal en todas las industrias donde participen, de manera amplia, los formatos de ‘economía compartida’ (acá coinciden autores disímiles como Jeremy Rifkin y Tomas Piketty, escuelas de nego­cios, presidentes de bancos centrales, futurólogos y más). En este escenario, el ciudada­no común llegará al trabajo en un coche eléctrico (que no es propio), que comparte con personas que se conectan a través de una aplicación social; comprará su despensa en las promociones exclusivas para teléfonos inteligentes, tendrá varias fuentes de ingreso que incluyen alquilar un departamento. Tam­bién alquilará ropa y accesorios de diseñador, pagará su comida con puntos obtenidos por montar en bicicleta, apoyará un empren­dimiento a través de un crowdfun­ding y tendrá una voz activa en el consumo a través de redes sociales donde las marcas responderán sus mensajes. Puntos y descuentos a cambio de compartir productos y servicios en una dinámica sin cesar, donde el espíritu de comunidad lleva a la gente a crear sus propios negocios y los corporativos trabajan con un mayor número de agentes externos y máquinas. Este mundo con bajos niveles de utilidad no parece tan fácil de dige­rir, y muchos ya comienzan a apelar a la transformación del delito (como las bandas de ladrones que entran a través de Airbnb o los casos regis­trados en ‘conductores fantasma’ en Uber y Cabify), y al detrimento, de nuevo, del mercado de vivienda de Estados Unidos.   El escenario 4 El llamado ‘me too’ inspira su nombre en una práctica común en el mundo de las marcas, cuando un producto tiene un diseño –presentación–características simila­res al referente más popular y/o más consumido. La principal caracterís­tica será el desarrollo de modelos y versiones locales de los productos y servicios de la economía compartida. Un ejemplo es Madrid, donde el gobierno local maneja un mode­lo proteccionista para proteger al gremio de los taxistas y al mismo tiempo impulsar la competencia de aplicaciones desarrolladas por ellos mismos, frente a la entrada de Uber. Así veremos varios casos en la indus­tria de la transportación. El éxito de este escenario estará en la modernización de los modelos proteccionistas, como el caso de las ‘Mittelstand’, el mundo de las medianas empresas en Alemania, que tiene el apoyo del Estado (e incluso participan en las juntas directivas) para generar desarrollo económico. La intención final no será presentar cuál es el mejor o más probable escenario, sino que tenga un criterio inicial de lo que puede venir y cómo su negocio o su traba­jo se podrá transformar. La Economía 3.0 seguirá su cami­no y posiblemente presente en 2020 cuatro formas por medio de las cuales se relaciona con las personas. * Luis Carlos Chacón trabaja en Bau­tista, consultora global enfocada en prospectiva, estrategia e innovación [email protected]

 

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