Por Biz Carson Si la visión de Rudd Davis se hace realidad, los días de viajar por calles y carreteras llegarán a su fin, o al menos se reducirán enormemente. El ex ejecutivo de USA Today y Groupon quiere que los vuelos privados sea tan asequibles como viajar en automóvil y que se convierta en la opción para cualquier viaje de 80 a 800 kilómetros. El mayor desafío, dice, es hacer que las personas adopten esta cultura. “Si piensan que los viajes aéreos son una cuestión de lujo, no deberían pensar en nosotros. “No hay sofás en nuestros aviones”, le dijo Davis a Forbes. En cambio, Davis ha pasado los últimos tres años construyendo BlackBird, una empresa nueva que conecta a los pasajeros con aviones y pilotos privados. Los pasajeros pueden unirse a un plan de vuelo existente y comprar asientos abiertos en el vuelo. O los clientes pueden alquilar un avión para viajar desde, por ejemplo, el Área de la Bahía de San Francisco hasta el Lago Tahoe, y luego elegir un piloto de la lista de pilotos con capacitación comercial que cuenta con la aprobación previa de BlackBird. “BlackBird se ha convertido en una alternativa a la conducción”, dijo Davis. En cambio, Davis ha pasado los últimos tres años construyendo BlackBird, una empresa nueva que conecta a los pasajeros con aviones y pilotos privados. Los pasajeros pueden unirse a un plan de vuelo existente y comprar asientos en el vuelo. O los clientes pueden alquilar un avión para viajar desde, por ejemplo, el Área de la Bahía de San Francisco hasta el Lago Tahoe, y luego elegir un piloto de la lista conductores con capacitación comercial que cuentan con la aprobación previa de BlackBird. “BlackBird se ha convertido en una alternativa a manejar”, dijo Davis. Davis no es el único que cree en esta visión. El martes, BlackBird anunció que había recaudado 10 millones de dólares (mdd) de NEA, la firma de capital de riesgo de Silicon Valley. Y Jonathan Golden, socio de NEA y ex director de Airbnb, se unirá a la junta directiva. El crecimiento de BlackBird le recuerda a Golden los primeros días de Airbnb y Lyft, cuando las personas tenían que aprender un nuevo comportamiento, como compartir un automóvil o dormir en la casa de alguien más. Un conductor privado solía ser algo que solo la élite podía pagar. Ahora llamar a un viaje cuando lo necesites es un lugar común. Golden ve a BlackBird repitiendo lo mismo con los viajes aéreos privados. “La reacción inicial puede ser de duda, pero cuando te adentras a entenderlo, es más una cuestión de percepción contra realidad”, dijo Golden a Forbes. “Realmente se ha demostrado por el apetito y la demanda del producto”. Aún así, persiste una duda existencial: ¿Podrá BlackBird acumular suficiente demanda para bajar sus precios?. Los precios de los vuelos desde Oakland a Las Vegas oscilaron entre 99 dólares para unirse a un vuelo preestablecido a más de 1,100 dólares por asiento para que los clientes puedan alquilar su propio servicio. Además, los pasajeros pueden querer un automóvil cuando llegan a su destino, lo que significa que las tarifas de alquiler de automóviles pueden desafiar lo realmente asequible que es volar en privado. Luego está el desafío de conseguir suficientes aviones y pilotos para la red de BlackBird. A diferencia de Lyft, Uber o Airbnb, que podrían confiar en el hecho de que muchas personas que tienen autos o casas, la mayoría de las personas no tienen aviones. BlackBird actualmente obtiene la mayoría de sus aviones mediante la contratación en clubes de vuelo o redes existentes como JetSuiteX. El reclutamiento de pilotos también podría plantear un problema a medida que BlackBird crezca; Estados Unidos ya enfrenta una escasez de pilotos, y la capacitación para convertirse en piloto no es barata. Las regulaciones son otro obstáculo y parte de la razón por la que a Davis le tomó tres años aterrizar un modelo de negocio. En 2015, la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés)  detuvo a algunas nuevas empresas, como AirPooler y Flytenow, que habían intentado construir un modelo de vuelo compartido conectando pilotos privados con pasajeros que estaban dispuestos a pagar. Flytenow incluso intentó llevar su caso a la Corte Suprema, pero la corte se negó a escucharlo y la compañía cerró. Ese no es un buen precedente para este tipo de negocio, pero Davis confía en que BlackBird ha resuelto cualquier problema legal al trabajar básicamente como un servicio de fletamento que conecta a los pasajeros diarios con pilotos y aviones. “En realidad, se trata de mantener nuestros precios bajos para que las personas tengan la oportunidad de probar este producto y de agregar suministro para satisfacer la creciente demanda”, dijo Davis. Los 10 mdd en fondos se destinarán a hacer precisamente eso.

 

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