Lo que el pasajero aéreo tal vez no contempla es la importancia de la tecnología que se encuentra, literalmente, en la superficie de un avión, y que tiende a pasar desapercibida: las pinturas aeronáuticas, que pueden hacer toda la diferencia en el vuelo, mejorando todos los aspectos, desde la eficiencia y la seguridad al desempeño de la velocidad. A continuación, presentamos tres tipos de pinturas aeroespacial de vanguardia, y algunos comentarios que engloban su eficiencia medular. Sellantes: el escudo definitivo Al igual que sus pasajeros, un avión necesita protección total. En materia de vuelo, la corrosión del fuselaje cuesta a la industria aeronáutica miles de millones de dólares cada año, y puede tener graves consecuencias para la vida tanto de los pasajeros como de la aeronave. Las inspecciones son fundamentales para prevenir la corrosión, pero también los selladores lo son. Estos últimos resisten el agua, mantienen los metales incompatibles alejados unos de otros, evitando así la llamada “corrosión galvánica”, al tiempo que protegen contra las sustancias cáusticas, como los componentes que posee el combustible para aviones y que son frecuentes en la aviación. Los selladores más eficaces, como el PR-2870 de PPG, también se encuentran libres de cromo. Barry Gillespie, vicepresidente de productos aeroespaciales de PPG, asegura que el “cromo es un inhibidor de la corrosión muy eficaz”, pero que resulta “nocivo tanto para el medio ambiente como para la gente”. En este sentido, el objetivo de la división dedicada al desarrollo de selladores de PPG era quitar el cromo de una versión anterior del producto, así como asegurarse de que la nueva versión venciera a su predecesora en lo bien que se adhiere a las superficies y protege contra los fluidos corrosivos. “Lo más importante que queríamos lograr era tratar de hacerlo más ligero”, dijo Gillespie, asegurando que actualmente ”hay cerca de 500 libras de selladores en un avión de cuerpo estrecho”. Así, el PR-2870 de PPG cumple con el desafío de la ligereza, pesando hasta 30% menos que un sellador comparable promedio. Pinturas: adiós al blanco total Históricamente, los aviones han sido pintados enteramente de blanco. Hay una buena una razón para que sea así, y es que el color de estas pinturas mantiene más fresca la aeronave. Gillespie explica que un avión puede captar más de 25 grados de temperatura cuando vuela. Ese salto de temperatura no sólo hará que un avión sea incómodo en su interior, sino que también pueda causar otros problemas. “El sistema de control ambiental y la unidad de potencia auxiliar, así como los motores tienen que trabajar más duro para el aire acondicionado, para mantener la temperatura”, asegura Gillespie. Por ende, hacerlo aumenta notablemente los costos. Es por eso que, hasta hace poco, las aerolíneas raramente pintaban sus aviones con colores oscuros. La nueva tecnología de PPG ha hecho posible que las líneas aéreas creen trabajos de pintura aún más impresionantes usando tonos oscuros y que reduzcan significativamente los costos, ya que la tecnología de PPG hace que el pigmento en la pintura se vuelva transparente para la llamada “luz roja” o luz caliente. Esta innovación implica poner una capa de base reflectante bajo una capa de pigmento oscuro, así el calor penetra en la capa externa antes de rebotar en la capa inferior. Las pinturas más oscuras de PPG son también bajas en compuestos orgánicos volátiles dañinos, y así más eficaces para reducir notoriamente el impacto ambiental. Pintura de liberación de hielo: mayor desliz y seguridad Uno de los objetivos de PPG, según Gillespie, es “hacer que el avión mejore su deslizamiento de forma notable”, ya que un avión resbaladizo, del tipo que crean las pinturas de liberación de hielo de PPG, permite que el hielo y otros objetos, como los insectos, simplemente se deslicen sin impactar. Así mismo, el deslizamiento mejora la aerodinámica al reducir la tensión de la superficie, haciendo que un avión se vea mejor y reduzca los costos de limpieza y deshielo. Incluso puede evitar un desastre, dado que el hielo es un factor para tomarse en cuenta en los accidentes aéreos, ya que al formarse en las alas y la cola de un avión puede interferir con la capacidad de elevación. ¿Qué sigue en el horizonte aeroespacial? Actualmente, PPG está trabajando en recubrimientos y selladores que Gillespie llama “curado UV a solicitud”. La mayoría de los selladores pueden tomar de seis a 24 o 48 horas para estar listos. Pero los nuevos selladores de PPG actúan de manera similar a los productos que un dentista podría utilizar. En este sentido, Gillespie asegura que uno “pone el sellador, lo aplica en la superficie que desea, y después lo golpea con la luz ultravioleta. Segundos después, lo encontrarás completamente seco, sellado, y listo para seguir adelante con el siguiente proceso”. El ahorro de tiempo que representa la aplicación de un producto con esta tecnología, simplifica la compleja logística que hay detrás del trabajo de hangar y permite que los aviones vuelvan al servicio más rápido. Hoy día, PPG también está trabajando en perfeccionar, el “avión de datos”, un avión habilitado con cientos de miles de sensores que promueven, entre otras cosas, el mantenimiento predictivo. Al igual que los selladores PPG, las pinturas oscuras y los recubrimientos de liberación de hielo, estas soluciones son testimonios de la capacidad de la tecnología para hacer la vida cotidiana más segura, eficiente y hermosa, de las formas más discretas posibles. Por Andrey Slivka, editor adjunto de Forbes BrandVoice. También puede interesarte: Color high-tech, clave en la revolución de los coches autónomos

 

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