Debido a que cada día se producen más de 1,300 incidentes de trabajo en México, uno de los desafíos más importantes de las compañías es bajar esta cifra que implica un gasto promedio de 100,000 millones de pesos al año.  Desde el punto de vista económico, empresarios y directivos gasta en promedio 200,000 pesos en cada percance, porque debe pagar seguros, indemnizaciones, incapacidades y contratar relevos, de acuerdo con especialistas en inspección de SGS México.  Los expertos consideran que el mayor riesgo para una empresa es creer que no existen riesgos, de ahí que una empresa exitosa no sea aquella que necesariamente logra mayores ganancias, sino la que mantiene protegidas todas sus divisiones por igual, así como sus instalaciones y su personal. En ese sentido, uno de los componentes más importantes de una empresa es su capital humano, porque es quien aporta el talento y realiza las tareas más críticas, pero gran parte del problema es que las empresas no identifican los riesgos que corren sus trabajadores. Es aquí donde los guardias de seguridad privada toman un papel estelar, pues son una parte fundamental en la prevención de riesgos y pérdidas e incluso para salvar la vida de los colaboradores, ya que depende de ellos que se cumplan los protocolos de seguridad establecidos en una empresa. Pongamos un ejemplo reciente: en una planta de producción en Monterrey, cerca de las 2:00 am, dos individuos ingresaron fuertemente armados aprovechando la llegada de mercancía. Un guardia de seguridad activó la alarma que alertó tanto a sus superiores como a equipos de seguridad pública. Entre tanto, los delincuentes amedrentaron a otro de los guardias para que les permitiera el acceso a un área de producción muy sensible de acceso restringido, donde laboraban decenas de personas en el turno nocturno, sin embargo, no lograron su cometido porque gracias al entrenamiento de los guardias, los hampones pudieron ser sometidos fácilmente sin que nadie saliera herido. Lo más relevante es que los guardias de seguridad evitaron que los delincuentes irrumpieran abruptamente el proceso de producción, que es controlado por operadores calificados que manejan maquinaria especializada y que no se puede detener sin un procedimiento previo, lo que evitó que se desatara una serie de accidentes y posibles explosiones que hubieran puesto en riesgo la vida de decenas de trabajadores y además un gran impacto económico para la planta. Ante un escenario de esta magnitud, los guardias de seguridad son los primeros en responder y tomar el control del problema hasta que llegue la policía. Sin embargo, lo importante es asesorarse con una empresa de seguridad privada profesional, que capacite constantemente a sus elementos ante los peligros de la delincuencia organizada, pero sobre todo, que los prepare de acuerdo al sector empresarial al que brindarán servicio, ya que no es lo mismo requerir un guardia para resguardar oficinas que uno que opere en la industria de la manufactura, donde los accidentes suelen ser más graves que en otros sectores Los guardias de empresas profesionales están preparados no sólo para proteger personas ante amenazas de la delincuencia organizada, sino para brindar primeros auxilios, manejar evacuaciones y establecer comunicación rápida y efectiva con los servicios de emergencia para evitar daños más graves en las instalaciones o a los colaboradores, lo que reducirá considerablemente las pérdidas económicas para los empresarios. Lee también

 

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