En la actualidad, la sucursal bancaria ha evolucionado hacia una panoplia rica y vasta de servicios que ya no requieren de la presencia física del cliente.

Ahora suena como un mito simpático, pero en el pasado, cuando apenas comenzaba a gestarse la figura bancaria en México, la gente desconfiaba tanto sobre el cuidado de su dinero que cuando comenzaron los depósitos de nómina, se hacía una fila para retirar el monto, las personas lo contaban y regresaban a depositarlo.

Hoy, las sucursales bancarias no sólo son una en casi todas las operaciones financieras de nuestras vidas. Su contribución al crecimiento económico del país a través de sus servicios e instrumentos financieros es indispensable para el buen desarrollo del mismo.

Planes de ahorro, inversión, jubilación, seguros médicos y hasta préstamos, son sólo algunos de los servicios con los que los bancos se han puesto en contacto con las necesidades de los clientes, que cada vez es más puntual y exigente con lo que requiere.

El perfeccionamiento de las sucursales ha sido un proceso paulatino, que ha crecido de forma orgánica con sus clientes, y que al mismo tiempo se ha adelantado a sus necesidades más específicas:

1.– Tener una o varias sucursales cerca de los lugares habituales en donde se necesitan.

2.- Que los servicios e instrumentos se adecúen a las necesidades, capacidad de pago y preferencias de las personas.

3.- Que la atención sea cada vez más rápida y eficiente.

De iniciar en una época en la que todo proceso en sucursal se hacía de forma manual (1960-1968), pasando por la aparición de las primeras tarjetas de crédito a finales de los sesenta y de los primeros esbozos de la noción de “banca on-line” en los albores de la década de los ochenta, las sucursales bancarias no se han detenido en su evolución hacia un servicio de vanguardia, cien por ciento seguro y preciso, disponible en el momento en el que el cliente lo requiere.

En la actualidad, la sucursal bancaria ha evolucionado hacia una panoplia rica y vasta de servicios que ya no requieren de la presencia física del cliente: transferencias electrónicas, banca en línea u operaciones vía smartphone, todas con un sistema eficiente de blindaje ante el cibercrimen.

¿Cuál es el próximo paso hacia el futuro de las sucursales bancarias? Una personalización cada vez mejor detallada, “tejida” a la medida de un usuario que pertenece a una generación distinta, con un entorno financiero, social y tecnológico específico que marca la manera en la que requiere de la administración de sus bienes y tendencias de ahorro, consumo e inversión.

La necesidad cada vez mayor de ser cautelosos con nuestras finanzas cobra sentido en un entorno digitalizado y competitivo, en beneficio del usuario por parte de las entidades bancarias. Los avances y el crecimiento de las sucursales bancarias ha sido el puente entre la infraestructura y oferta de los bancos con la demanda imperante de los mexicanos. Esa evolución incesante es una realidad y un constante desarrollo y crecimiento.