Exportar e importar significan más oportunidades, pero también entrañan mayores riesgos, y para subirse al tren de los negocios internacionales es indispensable tener pleno control de los riesgos financieros.   Los peligros son diversos, y el mal manejo de ellos, o la desatinada atención, puede provocar que incluso un negocio en vías de crecimiento desaparezca. En la otra mano, el financiamiento puede volverse componente vital en los proyectos de exportación e importación cubriendo los gastos adicionales que implican los estudios de mercado, financiamiento en la producción y retraso en cuentas por cobrar. Cualquier empresa puede exportar o importar sin importar su tamaño, lo que sí interesa es su nivel de competitividad. Una empresa competitiva debe contar con los recursos humanos, financieros, y de capacidad técnica y productiva para poder hacer frente a la competencia. Los pequeños negocios que deciden exportar o importar, gozan de un crecimiento de hasta un 20% y la probabilidad de que fracasen es 9% menor comparado con las compañías que no lo hacen. El abrir mercados en el extranjero es una medida eficaz para lograr la expansión de un negocio a nivel global, ofrecer productos o servicios en una mayor dimensión respecto al mercado interno y, por supuesto, incrementar la cartera de clientes y los ingresos. De acuerdo con Juan Pizano, socio líder de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG, uno de los principales riesgos a los que las grandes empresas exportadoras se enfrenta es el no tener control pleno de la operación, esto es, que al dejar su negocio en manos del agente aduanal, se pueden dejar de cumplir con algunas obligaciones aduaneras o fiscales. Otro riesgo común es el logístico y que provoca que existan problemas de retrasos de tiempo, cuestiones de traslado y de la infraestructura del país al que se exporta. El riesgo de impago puede ser algo serio. De acuerdo con la agencia de crédito CESCEMEX, 7% de las empresas importadoras o exportadoras a nivel mundial han incurrido en impago; para protegerse contra el incumplimiento de pago es prudente, al menos inicialmente, el uso de métodos de pago que le proporcionan cierto grado de seguridad, tales como pre-pago o una carta irrevocable de crédito, incluso para los clientes en los mercados ricos como Estados Unidos. Otro de los criterios más importantes son los requisitos normativos, ya que las normativas o regulaciones no arancelarias son en ocasiones más críticas por temas de calidad, de presentación, de salud, de proveedora responsable, que suelen ser distintos de acuerdo al país y éstos pueden cambiar. Estados Unidos, la Unión Europea, China y Brasil cuentan con estas regulaciones. Cinco puntos básicos a revisar Pizano señala 5 puntos que toda empresa de cualquier tamaño debe identificar y tomar en cuenta en sus planes de negocio y exportación para que el proyecto se concrete:
  1. Oferta exportable. Tener asegurado que la oferta que se exporta satisface una necesidad cuantificada en el mercado meta.
  2. Tener los estudios necesarios para mitigar el riesgo de que el producto o servicio sea bien recibido por los consumidores.
  3. Precio de exportación. Evaluar el precio al que se venderá el producto. Lo ideal es que la utilidad del mercado local le ayude a desarrollar su mercado de exportación.
  4. Capacidad de producción. Estar seguro que la empresa puede cubrir los requerimientos solicitados en cantidad y calidad.
  5. Capacidad financiera. Contar con los recursos suficientes para desarrollar el proyecto deseado sin arriesgar la operatividad de la empresa.
Para una exportación exitosa se debe identificar muy bien cuál es la oferta exportable y los productos que tienen potencial en el mercado internacional. Con información de la consultora KPMG, CESCEMEX, Secretaría de Economía y HSBC. Da click para conocer más sobre créditos para proyectos de inversión e infraestructura