Desde tiempos ancestrales, Latinoamérica posee una sólida tradición en la medición del tiempo y la observación astronómica, misma que se remonta a la época precolombina. Esa pasión, heredada y perfeccionada de generación en generación, es compartida por relojeras de alta tradición, como es el caso de la marca Suiza Audemars Piguet, una de las manufactureras de relojes más antiguas del mundo, quien voltea su atención al cielo con sumo detenimiento, para seguir siendo un hito en la industria relojera. Desde su fundación en 1875, Audemars Piguet ha labrado una manufactura sólida en el minucioso mundo de la creación de maravillas mecánicas para contabilizar el tiempo. Prueba de ello es su emblemático calendario perpetuo, una de las complicaciones más legendarias que pueden ser apreciadas desde dos perspectivas: tanto como expresión, así como una extensión de la observación astronómica. Este ingenio y complejidad son refrendados y perfeccionados por la relojera, con el lanzamiento del Royal Oak Calendario Perpetuo Edición Latinoamérica, pieza respaldada en su totalidad por la travesía incesante de Audemars Piguet, en cuanto a la creación de relojes excepcionales se refiere. Gracias a la interpretación de las rotaciones estelares, en los calendarios perpetuos como el arriba mencionado se captura la inmensidad del firmamento en módulos minúsculos que contabilizan exactamente las fechas, años bisiestos incluidos, así como las fases lunares astronómicas. Así, esta complicación encarna el vínculo ancestral entre el estudio de los movimientos de la bóveda celeste, la evolución de los calendarios y la investigación para el desarrollo de los relojes. Así, el Royal Oak Calendario Perpetuo Edición Latinoamérica sobresale por sus sólidos elementos técnicos y estilísticos, brindando las funciones de calendario perpetuo con indicadores puntuales como semana, día, fecha, fase lunar astronómica, mes, año bisiesto, horas, así como minutos que son provistos por el calibre 5134. Con este guardatiempo, Audemars Piguet reafirma su sólida relación con una región geográfica, en donde la marca es distinguida por los coleccionistas con quienes conmemoró hace ya ocho años, el bicentenario de las independencias de México y Argentina, con la creación de los modelos Royal Oak Offshore Pride of Mexico y Royal Oak Offshore Pride of Argentina, respectivamente. Es el reverso del Royal Oak Calendario Perpetuo Edición Latinoamérica también uno de sus complementos más poderosos y sustanciales, ya que en él se puede apreciar, en la masa oscilante, el detalle de un grabado miniatura de la casa matriz de Audemars Piguet, ubicado en el corazón del Vallée de Joux, en el cantón de Vaud, Suiza, en donde se conservan piezas históricas en perfecto estado, que relatan la evolución de la alta relojería y los calendarios perpetuos. Con características inéditas como su caja de 41 mm en oro rosa de 18 quilates y esfera con el diseño “Grande Tapisserie” en oro rosa, la armonía del Royal Oak Calendario Perpetuo Edición Latinoamérica es un homenaje total a la contemplación estelar, la cual comparte el sólido legado de Audemars Piguet en la milenaria cultura precolombina.

 

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