El plan es parte de un intento por equilibrar las cuentas del presupuesto y revivir la confianza del inversionista.   Reuters Brasil anunció el lunes incrementos impositivos al combustible, las importaciones y los préstamos para consumo apuntando a recaudar 7,700 millones de dólares (mdd) de ingresos adicionales este año, aunque algunos economistas alertaron que la medida podría avivar la inflación. El plan es parte de un intento por equilibrar las cuentas del presupuesto y revivir la confianza del inversor, dijo en una conferencia de prensa el ministro de Hacienda, Joaquim Levy. Los impuestos ayudarán al Gobierno a recaudar una tercera parte de los ahorros que necesita para cumplir las metas de reducción de deuda de este año. “La principal meta de estas medidas es reforzar la confianza en la economía”, dijo el ministro, quien asumió el cargo el 1 de enero. “Estas medidas, tomadas en conjunto, deberían mejorar la confianza, alentar a la gente a invertir en Brasil y asumir riesgos”, agregó el funcionario. Sin embargo, el aumento de impuestos probablemente avive la inflación, llevando al indicador anualizado por encima del techo de la meta oficial establecido en 6.5%, y ponga un freno a una economía ya desacelerada, opinaron varios analistas. Levy, que dijo que está trabajando en otras medidas para fortalecer las finanzas públicas, declinó decir cuando anunciará los posibles recortes al presupuesto de este año. El ministro también ha prometido limitar la intervención estatal reduciendo los subsidios a ciertas industrias. Las agencias calificadoras han amenazado con recortar la nota de la deuda soberana de Brasil si el Gobierno no logra detener el incremento en el gasto y en la deuda bruta. El Gobierno restablecerá un impuesto al combustible conocido como Cide y el Pis/Cofins al diésel, en ambos casos previamente eliminados. El restablecimiento del Cide podría impulsar a la industria del etanol, que señaló que la eliminación del impuesto en los últimos años le restó competitividad. El Ministerio de Hacienda también elevó el impuesto IOF a los préstamos personales al 3% desde el 1.5% anterior, mientras que incrementó el impuesto Pis/Cofins a las importaciones al 11.75%. Algunas de las medidas tendrán efecto desde el 1 de febrero, dijo Levy a periodistas en Brasilia.

 

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