El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, dijo el mes pasado antes de asumir el cargo que era su intención salir del acuerdo.
Un diplomático, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir el tema con la prensa, confirmó a Reuters que Brasil había abandonado oficialmente el pacto. El ministerio de Relaciones Exteriores declinó hacer comentarios.
Araújo dijo el mes pasado que el acuerdo internacional era “un instrumento inapropiado” para tratar el tema y que los países deberían establecer sus propias políticas.
Con un récord de 21.3 millones de refugiados en todo el mundo, la ONU comenzó a trabajar en el acuerdo no vinculante después de que más de 1 millón de personas llegaron a Europa en el 2015, muchos de ellos huyendo de la guerra civil en Siria y de la pobreza en África.
El acuerdo, que aborda temas como la forma para proteger a los migrantes, su integración o envío de regreso a su país, ha sido criticado principalmente por políticos europeos de derecha que dicen que podría aumentar la inmigración.
Los miembros de la ONU -salvo Estados Unidos- aceptaron su redacción en julio, pero solo 164 de 193, incluido Brasil, lo ratificaron formalmente. Araújo ha dicho que Brasil continuará acogiendo refugiados de la vecina Venezuela, pero sostiene que el punto fundamental es restaurar la democracia en ese país.
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