La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil transcurría a media jornada sin incidentes graves, a pesar del clima de tensión por la polarización extrema entre votantes de los dos candidatos de ultraderecha Jair Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad. Las últimas encuestas, publicadas anoche a menos de 12 horas de la apertura de los colegios electorales, dan un amplio margen de diez puntos a Bolsonaro sobre Haddad, pero el socialista ha recortado en apenas diez días una diferencia que llegó a ser de 18. El exmilitar y diputado tiene 55% de las intenciones de voto, por 45% de Haddad, quien reemplazó hace mes y medio a Luiz Inácio Lula da Silva, inhabilitado por su condena a 12 años y un mes por corrupción. Acompañado por su esposa y portando un chaleco antibalas bajo su chaqueta, Bolsonaro votó en Río de Janeiro bajo un fuerte esquema de seguridad que contó con militares y policías, y no dio declaraciones a la prensa. Este hombre es considerado por parte del electorado como un “mito” capaz de regenerar la vida política de un Brasil hastiado por la corrupción, pero otra parte de la sociedad ve en él a alguien de ideas autocráticas, antidemocráticas y que recuerdan a la dictadura militar (1964-1985). Haddad, por su parte, instó a que “todos tengan un día tranquilo” y pidió a los más de 147 millones de electores que “voten de acuerdo con la conciencia”. “Es la lucha de una generación, la lucha en defensa de las libertades”, agregó el exalcalde de Sao Paulo y exministro de Educación. El presidente de Brasil, Michel Temer, votó apenas abiertos los colegios a las 08:00 locales (11:00 GMT) y prometió para el país “transición tranquila” gane quien gane este domingo. “Independientemente de quien sea electo tenemos la seguridad de que Brasil, el pueblo brasileño, que es un pueblo muy vinculado a la idea de solidaridad, amistad, fraternidad, va a hermanarse a partir de hoy”, dijo Temer, al votar en Sao Paulo. También puedes leer: Nuevo gobierno de Brasil se definirá en segunda vuelta Algunos enfrentamientos verbales fueron registrados en la puerta del colegio electoral en que Haddad votó este domingo, arropado por cientos de seguidores que ven en este hombre el único candidato que garantiza que Brasil siga siendo una plena democracia. La policía de Sao Paulo tuvo que intervenir para separar a seguidores de Haddad y de Bolsonaro, favorito para vencer hoy con un discurso que considera al Partido de los Trabajadores (PT) la razón principal por la crisis económica, los escándalos de corrupción como la Lava Jato y el desempleo por encima de los 12 millones de personas. La Justicia electoral informó que a media jornada un millar de urnas electrónicas tuvo que ser sustituido por problemas, una cifra ínfima (0.2 por ciento) del total de 454 mil dispositivos distribuidos por todo el país para permitir que el gigante sudamericano elija al nuevo jefe de Estado de asumirá el 1 de enero. Los comicios “transcurren con mucha normalidad”, dijo este domingo la presidenta de la misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), la costarricense Laura Chinchilla, quien advirtió los últimos días del impacto “sin precedentes” de las noticias falsas en la campaña brasileña.     Bolsonaro se prepara para ganar en un giro a la derecha en Brasil El repentino salto de Bolsonaro fue impulsado por el rechazo al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) que dirigió a Brasil durante 13 de los últimos 15 años y fue desbancado hace dos años en medio de la peor recesión y el mayor escándalo de sobornos y corrupción en la historia del país. Su rival izquierdista, Fernando Haddad ha estado por detrás de Bolsonaro desde la primera vuelta hace tres semanas. “Quiero sacar al PT”, dijo Celina Ceccon, que había votado a Lula y a su sucesora Dilma Rousseff en las elecciones anteriores, pero ahora lo hizo por Bolsonaro. “Hubo mucha corrupción, cosas malas, tanto robo. Tiene que haber un cambio”, sostuvo la mujer de 74 años, que vive en la capital Brasilia. Los últimos sondeos de opinión del sábado mostraron que Haddad estaba achicando la brecha. El respaldo de las principales figuras en la lucha contra la corrupción política en Brasil despertó esperanzas entre sus partidarios de que pueda lograr una victoria inesperada. Haddad ha reducido la ventaja de Bolsonaro de 12 a 8 puntos porcentuales en cinco días, según la firma de encuestas Ibope que le dio un 46 por ciento del apoyo de los votantes frente al 54 por ciento de Bolsonaro. Una encuesta de Datafolha también publicada el sábado por la noche mostró que Bolsonaro tenía el 55% y Haddad el 45%. Haddad dijo a periodistas temprano el domingo en Sao Paulo que las encuestas de opinión muestran un cambio importante de tendencia a su favor. “Tengo confianza de que tendremos un gran resultado hoy”, dijo. “Peleemos hasta el último minuto”. Los colegios electorales abrieron a las 8.00 (1100 GMT) el domingo y el último se cerrará en el extremo oeste de Brasil a las 19.00 hora de Brasilia. Bolsonaro votó en un distrito militar en Rio de Janeiro, donde fue saludado por sus seguidores que le gritaban “leyenda” y “presidente”. “La expectativa hoy es la misma que vi en las calles: victoria”, dijo Bolsonaro en un breve mensaje a periodistas. Aunque Haddad ganó tracción en las encuestas, no logró ganar el respaldo crucial del excandidato de centroizquierda Ciro Gomes, exgobernador del estado de Ceará, lo que le habría dado un gran impulso en la región más pobre de Brasil.

 

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