Crece la demanda por títulos respaldados en activos poco tradicionales, como cadenas de restaurantes o derechos de películas.   Las tasas de interés en mínimos históricos han ayudado a los inversionistas a redescubrir el gusto por los bonos respaldados por toda clase de activos, desde pizzas hasta derechos de autor por películas, pese a que la fuerte demanda de esos títulos poco convencionales ya ha reducido los retornos. Durante el año pasado, los inversionistas no han dejado escapar la deuda respaldada por regalías de franquicias de restaurantes como Domino’s Pizza hasta casas de descanso y los analistas esperan que la demanda aumente en 2013. Sin señales de que la Reserva Federal (Fed) eleve sus tasas de interés desde niveles cercanos a cero en el corto plazo, los bancos y algunos gerentes de fondos le están recomendando cada vez más a los clientes que consideren los títulos respaldados por activos no tradicionales, que ofrecen un rendimiento mayor que otros tipos de deuda con grado de inversión. La demanda ha sido tan fuerte que el valor de muchos bonos, que a menudo se mantienen hasta su vencimiento, ha aumentado en el mercado secundario, permitiendo a los inversionistas venderlos con beneficios. El rendimiento de una emisión de bonos por 350 millones de dólares (MDD) respaldado por la filmoteca de Miramax con más de 700 películas, incluyendo “Pulp Fiction” y “Good Will Hunting”, se ha reducido a cerca del 2%, desde un 6,3% cuando los papeles fueron vendidos en el 2011, dijeron operadores de bonos respaldados por activos (ABS, por sus siglas en inglés). “Más personas están comprando esto y más y más compañías están entrando en el mercado”, dijo Douglas Farina, operador senior de ABS en la firma Loomis Sayles & Co en Boston. “Y el desempeño de este sector es algo que no se puede ignorar”, agregó. La mayoría de esos ABS son adquiridos en representación de grandes inversores institucionales como compañías de seguros o fondos de pensiones que necesitan bonos estables y con grado de inversión que ofrecen retornos decentes. La práctica de estos instrumentos financieros a partir de ingresos no convencionales proviene de fines de la década de los noventa, cuando la estrella de rock David Bowie recaudó dinero con una emisión de bonos respaldados en regalías futuras. Los bonos Bowie allanaron el camino para bursatilizar desde derechos de licencias de películas hasta regalías por patentes de medicamentos. No obstante, la crisis financiera del 2007-2009, alejó a los inversionistas del tipo de ingeniería en Wall Street que hacía que estos bonos fueran posibles, debido al aumento en el incumplimiento de pagos de deudas hipotecarias que a menudo eran usadas como respaldo. Reuters.  

 

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