Se vuelve a discutir sobre cambio climático y México está llamado a tener una participación muy activa. Los objetivos son muy ambiciosos, por lo que habrá que hacer la tarea para no ser candil en la calle y oscuridad en la casa.     Con la llegada del otoño, la agenda internacional sobre el futuro del planeta en materias energética y de cambio climático entró en ebullición.  Son muchas las expectativas para que los diferentes países del mundo acuerden programas más holísticos y democráticos, y su implementación marcará el bienestar de la población en las próximas décadas.  El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, Premio Nobel de la Paz, ha calculado que de no tomar acciones, se esperaría un incremento de entre 3.7 y 4.8 grados centígrados en la temperatura promedio de la Tierra. (Intergovernmental Panel on Climate Change, 2014) México es un participante del que se espera mucho, no porque ‘únicamente’ produzca el 1.4% de las emisiones en el mundo, sino por el respeto que se ha ganado al negociar acuerdos multilaterales.  Ahora que el Cambio Climático regresó a los reflectores después de muchos meses de oscuridad, es necesario preguntarnos ¿qué está pasando en el mundo con respecto al cambio climático?  Y ¿cuáles son los desafíos y acciones que México emprenderá?   Cambio climático… y ¿cambio mundial? De acuerdo con un informe que publicará la ONU próximamente, el Cambio Climático ya afecta “todos los continentes y todos los océanos”.  También aumenta permanentemente la probabilidad de “impactos graves, generalizados e irreversibles para las personas y los ecosistemas.”  (Morales, 2014)  De acuerdo con el boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial, la concentración de dióxido de carbono entre 2012 y 2013 se incrementó más que en cualquier otro periodo desde que se lleva este registro histórico, principalmente por el aumento de emisiones y la disminución global de la capacidad de absorción de contaminantes.  (World Meteorological Organization, 2014) Los efectos del cambio climático ya los comenzamos a sentir como población habitante del planeta.  Entre los más importantes se encuentran:
  • Incremento en el costo de la electricidad por el uso de aire acondicionado
  • Ausentismo laboral por golpes de calor o por calor extremo
  • Disminución de la productividad e incapacidad para realizar trabajos en exteriores
  • Inundaciones anuales que ocasionan daños en propiedades y pérdidas millonarias cerca de las costas
  • Ocurrencia de marejadas ciclónicas y ligero aumento en el número de huracanes
  • Aumento en mortalidad por afecciones cardíacas y térmicas
  • Pérdidas en la producción de cultivos y disminución de ganancias de campesinos (The Economic Risks of Climate Change, 2014)
La semana pasada se llevó a cabo la Cumbre del Clima, que fue convocada hace doce meses para que los líderes del gobierno, el sector privado y la sociedad civil se enfoquen en concretar acciones hacia un mundo con baja emisión de carbono.  Se concentraron más en iniciativas que en negociaciones.  La Cumbre logró resultados satisfactorios en el papel pero insuficientes en las acciones.  La falta de agua, el desplazamiento de millones de personas y la reducción tangible de los ingresos de la población, facilitaron que los líderes africanos se pusieran de acuerdo en una estrategia continental para combatir el Cambio Climático.  Se creó un Bloque de Alcaldes de casi 200 ciudades para combatir el Cambio Climático a nivel metropolitano.  El grupo de los países más pobres sigue exigiendo que se acelere la aportación de 100 mil millones de dólares por año, pues los recursos fluyen a cuentagotas y es posible que la ayuda tenga que ascender a 200 mil millones de dólares anuales. De su seguimiento dependerá que se sienten las bases para una exitosa Conferencia sobre Cambio Climático París 2015 y que debe definir el protocolo post-Kioto.  Las expectativas no son tan halagüeñas, pues se ha filtrado que no asistirían los Presidentes de países altamente contaminantes como China e India.  Por su parte, el Presidente francés les ha exigido más compromiso. En cambio, los países de la península arábiga han comisionado a sus empresas petroleras a invertir más en energías renovables.  Mientras, la Unión Europea está fijando los objetivos de reducción de emisiones de carbono para 2020 y 2030, por lo que se convertirá en el líder mundial en energías renovables. Existen enormes diferencias entre países desarrollados (especialmente China, Estados Unidos y Rusia) y países en desarrollo, pues no pueden acordar quién y cuánto tiene que pagar por las acciones de mitigación.  Las sanciones económicas a países contaminantes son el principal mecanismo de combate, pero no todo se arregla con dinero.  Los acuerdos han sido asimétricos y sin unanimidad. Existe la percepción entre la sociedad civil de que no hay voluntad, por lo que un día antes de la Cumbre del Clima se llevó a cabo la Marcha Contra el Cambio Climático, liderada por organizaciones sociales y artistas.  Los 400 mil manifestantes de Nueva York representan el mayor número de personas en la historia que han protestado contra la incapacidad de los gobiernos para ponerse de acuerdo y comprometerse a hacer su trabajo para arreglar el problema.  El movimiento principal sucedió en Nueva York, pero también se realizaron eventos en Berlín, Bogotá, Estambul, Nueva Delhi, Johannesburgo, Lagos, Londres, Melbourne, Paris, Rio de Janeiro y Viena.  Podemos anticipar que si bien no es un movimiento que acapare tantos adeptos como las protestas por los derechos civiles, laborales o contra la guerra, es posible que alcance este nivel de impacto en muy pocos años.   Desafíos para México y acciones En México, el eco del Cambio Climático es mucho menor entre la sociedad civil, por lo que las mejores respuestas para mitigarlo se encuentran en las acciones delineadas por el gobierno y el sector privado en el rubro energético.  México en los últimos años ha tenido un papel frontal en la lucha contra el Cambio Climático, organizando la Conferencia de las Partes en Cancún, que sucedió a la fracasada y traumática Conferencia de Copenhague. En 2012, México se convirtió en el segundo país del mundo en implementar una legislación nacional contra el Cambio Climático con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en 30% para 2020, 35% para 2024 y en 50% para 2050.  Al 2013, menos de una cuarta parte de toda la energía venía de fuentes renovables.  En la primera mitad del año, México invirtió 1.3 mil millones de dólares en energías renovables, por lo que va de camino a superar el record de inversión de 2.4 mil millones de dólares, logrado en 2010. Al observar con mayor detalle la ejecución de la estrategia, se ha encontrado que faltan mecanismos para hacer una implementación más efectiva.  El plan de transición energética del gobierno federal propone ampliar en una tercera parte la capacidad instalada de energías renovables antes de 2018.  En la práctica, a mayor cantidad de inversión, no necesariamente disminuirá el número de emisiones en la misma proporción, pues se requieren estrategias de todo tipo: aumento de eficiencia tecnológica, reducción de costos, baja en las emisiones, disminución de dependencia de hidrocarburos, creación de infraestructura, desarrollo de incentivos atractivos, entre otros.  Estas estrategias tienen costos, tiempos y efectos que varían entre sí.  También se deberán resolver los problemas de interconexión y garantizar tanto la capacidad de transición necesaria como la regulación de la frecuencia. La implementación de la reforma energética también tendrá una influencia mayúscula para conseguir o no los objetivos propuestos.  La clave está en la teoría de lograr una adecuación rápida a una cadena de generación de energía baja en carbono, es decir, la transición de la quema de combustibles a la quema de gas.  Analizando la sucesión de eventos, se dedicó tiempo de debate a las energías renovables apenas hasta la discusión de las leyes secundarias.  Dentro del nuevo marco legal de la industria energética, hay que tener especial atención en:
  • Asegurar que el gobierno federal aumente el nivel de detalle en las acciones que se van a implementar
  • No cambiar los objetivos ni que se pospongan, a pesar de que al día de hoy los analistas los consideran poco viables
  • Vincular los objetivos contra el cambio climático en todos los frentes de industria que apliquen
  • Aplique la ley en las disposiciones para extraer petróleo de aguas profundas
  • Supervisar el desarrollo de la energía geotérmica
En caso de que no se aseguren estos objetivos, se anticipa que estará en riesgo la seguridad alimentaria, aumentará el costo de los desastres naturales, crecerá el costo de la energía y disminuirá la afluencia de turistas. En el concierto internacional, existe la sensación de que el gobierno está comprometido con el Cambio Climático, pero se esperan más mecanismos de implementación.  Por ahora, ha destacado el nombramiento del Dr. Mario Molina, Premio Nobel de Química mexicano, como consejero independiente de CFE entre 2014 y 2018.  Podemos esperar que abogue incisivamente por la investigación y las energías renovables, y es deseable que sus recomendaciones sí se lleven a la práctica.   Conclusión En los últimos años, México se adelantó a otros países en términos de Cambio Climático, pero la tarea aún no está terminada.  El gran reto de México es optimizar los medios de obtención y transmisión energía, así como lograr un balance en el uso de combustibles. La ruta crítica es exigente y cualquier descuido implica un fuerte retraso. México se ha ganado el respeto de buena parte de la comunidad internacional. Si quiere utilizar su liderazgo, tendrá que cumplir los compromisos firmados y tendrá que participar activamente para que el nuevo acuerdo internacional tenga medidas más efectivas que las  directrices y sanciones que caracterizaron al protocolo de Kioto.  Se tendrá que ampliar el financiamiento de las medidas de mitigación e invertir mucho más en innovación.  Las nuevas tecnologías que ocasionaron la revolución del gas shale retrasan el agotamiento de los hidrocarburos.  Pero como el planeta se sigue calentando, el Cambio Climático es la principal razón para apostar por las tecnologías limpias.  La innovación es el camino.   Trabajos citados Intergovernmental Panel on Climate Change. (2014). Fifth Assessment Report (AR5): Summary for Policymakers, In: Climate Change 2014, Mitigation of Climate Change. Obtenido de Mitigation2014.org. Morales, A. (27 de 08 de 2014). Irreversible Damage Seen From Climate Change in UN Leak. Obtenido de Bloomberg News. The Economic Risks of Climate Change. (junio de 2014). A Climate Risk Assessment for the United States. Obtenido de RiskyBusiness.org. World Meteorological Organization. (09 de septiembre de 2014). WMO Greenhouse Gas Bulletin. Obtenido de World Meteorological Organization.     Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @jarreolar Facebook: Javier Arreola Página personal: Javier Arreola Página web: AILUM     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.