El secretario de Hacienda, Luis Videgaray advirtió que los ingresos gubernamentales se reducirán contra el plan original.   Reuters   El secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, dijo el jueves que los cambios que hizo una comisión clave de legisladores a la propuesta de reforma fiscal del Gobierno implican una reducción de 55,700 millones de pesos (unos 4,350 millones de dólares) contra el plan original. La Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados aprobó el miércoles por la noche varias modificaciones a la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto, como aplicar impuestos más altos y en forma escalonada a quienes perciben mayores ingresos y gravar comida “chatarra”. Pero dejó fuera aplicar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a colegiaturas, renta de vivienda así como intereses hipotecarios, que en conjunto darían ingresos por 22,000 millones de pesos, de acuerdo con Videgaray. El Gobierno tenía previsto aumentar los ingresos fiscales en el equivalente al 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB), unos 240,000 millones de pesos (18,313 millones de dólares) para el 2014 con su iniciativa, duramente criticada por algunos sectores por considerarla un golpe a la clase media. “El impacto que subsiste de la reforma es de 184,000 millones de pesos, equivalentes a un punto porcentual del PIB en este 2014”, dijo Videgaray a periodistas tras un evento. El funcionario dijo que aún se está estudiando cómo se podría compensar la diferencia de ingresos a recaudar inicialmente previsto, aunque legisladores han dicho que podría hacerse elevando el precio de la mezcla mexicana de exportación de crudo o haciendo rebajas al gasto previsto. La Cámara de Diputados podría elevar de 81 a 86 dólares por barril (dpb) el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación, lo que generaría al menos 35,000 millones de pesos (2,670 millones de dólares) más para el año que viene, según cálculos de legisladores. Estos recursos adicionales equilibrarían la Ley de Ingresos de 2014 -parte del presupuesto fiscal- que debe ser aprobada por la cámara baja a más tardar el 20 de octubre. El Gobierno está tratando de impulsar varias reformas estructurales en momentos en que la economía mexicana atraviesa por un periodo de desaceleración, en gran medida por una menor demanda de bienes desde Estados Unidos, que ya está causando estragos en el sector interno del país, como en su recaudación. La propuesta fiscal es un elemento clave de una agenda más amplia de reformas, con las que el presidente Peña Nieto busca impulsar el crecimiento de la segunda mayor economía de América Latina. Para que pueda entrar en vigencia en enero del 2014, la reforma fiscal debe ser aprobada por los diputados a más tardar el 20 de octubre y por el Senado el 31 de octubre.

 

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