David Cameron, primer ministro británico señaló que de realizarse la separación se pondría en peligro la estabilidad del país y la inversión extranjera. El 18 de septiembre los escoceses decidirán si ponen fin a una unión de 307 años con Inglaterra.   Reuters LONDRES  – El primer ministro británico, David Cameron, dio un emotivo discurso para que Escocia siga siendo parte de Reino Unido y advirtió a los escoceses que si votan a favor de la independencia reducirían la influencia británica en el mundo y pondrían en peligro su estabilidad financiera y política. En declaraciones en Londres, Cameron hizo la que hasta la fecha ha sido su defensa más apasionada de Reino Unido, que comprende Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. “Estaríamos profundamente disminuidos sin Escocia”, dijo Cameron ante la audiencia presente en el cavernoso velódromo de Londres usado en los Juegos Olímpicos de 2012, y agregó que lucharía para mantener unido al país que gobierna. “Juntos, tenemos un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, influencia auténtica en la OTAN y Europa, y el prestigio de albergar eventos como el G8. No se confundan: importamos más como Reino Unido: política, militar, diplomática y culturalmente también”. “Si perdiéramos Escocia, si el Reino Unido cambiara, perjudicaríamos nuestra propia reputación”, agregó. Los escoceses decidirán en un referendo el 18 de septiembre si su nación, que tiene una población de poco más de 5 millones de habitantes y es una fuente del petróleo del Mar del Norte, debería poner fin a sus 307 años de unión con Inglaterra y salir de Reino Unido. Cameron dijo que un voto a favor del “sí” pondría en peligro la estabilidad de Reino Unido y la inversión extranjera. “Simplemente somos bastante más fuertes como una entidad más grande”, dijo. “Esa estabilidad es enormemente atractiva para los inversores. El año pasado, fuimos el destino principal para la inversión extranjera de capitales en Europa. Eso es un signo de aprobación a nuestra estabilidad, y no querría comprometer eso”, agregó. Sería extremadamente difícil hacer una unión monetaria con una Escocia independiente, agregó, planteando más dudas sobre una de las principales ideas políticas de quienes están a favor de la independencia. Analistas políticos dicen que el “sí” pondría en duda el futuro de la flota submarina nuclear británica con sede en Escocia y podría debilitar las aspiraciones de Londres de conseguir un escaño permanente en Naciones Unidas y su influencia en la Unión Europea. Personas cercanas a Cameron dicen que no quiere pasar a la historia como el primer ministro que perdió Escocia. Las encuestas muestran que de celebrarse hoy la votación los escoceses rechazarían la independencia y que sólo una tercera parte estaría a favor de separarse de Reino Unido. Sin embargo, aún hay muchos votantes indecisos.  

 

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