Es mucho peor que el Banco de México (Banxico) “se quede detrás de la curva” sobre las decisiones de política monetaria, por lo que se tiene que actuar de manera oportuna para atajar cualquier tipo de presiones inflacionarias, consideró el banquero central del país, Agustín Carstens. En entrevista para Radio Red, el gobernador de Banxico defendió la decisión de la Junta de Gobierno de aumentar en 50 puntos base su tasa clave de interés al señalar que es mejor actuar oportunamente “que dejar que la inflación aumente y después empiece a tener efectos de segundo grado sobre otros precios”. Lee también: Si gana Trump el entorno en México será tormentoso: Carstens El jueves de la semana pasada, por tercera ocasión en el año Banxico elevó su tasa de referencia, dejándola en a 4.75%, un nivel no visto desde la crisis financiera de 2009. “Si estamos viendo presiones inflacionarias que se pueden manifestar en algunos meses y también tomando en cuenta que la política monetaria opera con ciertos rezagos, es mejor tomar decisiones oportunamente que dejar que la inflación aumente y después empiece a tener efectos de segundo grado sobre otros precios”, dijo. La inflación interanual se ubicó en un 2.88% hasta la primera quincena de septiembre, con un índice subyacente de 3.05%, ambos indicadores son congruentes con el objetivo del banco central. Te puede interesar: No podemos seguir pasivamente la política monetaria de la Fed, señala Carstens El primero de los ajustes de Banxico a su tasa de interés este año ocurrió en una sesión extraordinaria en febrero de 3.25 a 3.75%, de la mano con un recorte de Hacienda por más de 132,000 millones de pesos. El segundo fue de otros 50 puntos base el 30 de junio. En aquella segunda ocasión, Carstens señaló que no se puede seguir pasivamente la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), y también remarcó que era mejor “actuar oportunamente” para evitar que se materialicen los temores de una mayor inflación con miras a cumplir con su mandato constitucional de mantenerla en el 3%. Asimismo, la decisión del banco central mexicano se da en medio de un contexto de alta volatilidad en el tipo de cambio, que llevó al peso muy cerca de la barrera de los 20 pesos y a niveles históricos máximos; además de que inversionistas en todo el mundo se mantienen atentos a una posible alza de tasas de parte de la Fed en alguna de sus dos últimas reuniones en el año.

 

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