Algunos planes de seguros médicos  de Estados Unidos ya cubren la aplicación de  procesos con células madre, sobre todo en terapia  para tratar lesiones ortopédicas, es decir, afecciones  en músculos, tendones, cartílagos y huesos.   Por Hansel Díaz Matthews República Domi­nicana todavía no cuenta con una estructura bien definida de médicos que apliquen las células madre, pero ya existe un pequeño grupo de expertos en terapia celular diseminado por todo el territorio nacional. Lo que sí existe es una realidad palpable, y es donde coinciden los doctores Leonel Liriano y Juan Carlos Vargas Decamps, que cuando les llega un paciente es porque estos ya han visitado al menos tres especialistas tradicionales, lo que deja en evidencia la “frustración” de los afectados. Tal como le sucedió en 2012 a una joven colombia­na, hija de extranjeros que residían en el país por razones laborales, cuyo nombre obviamos por motivos legales. La chica de 20 años sufrió un disparo en la espalda, exactamente en la columna torácica (T7), mientras se encontraba con su pareja en un negocio informal del Distrito Nacional. La joven fue trasladada a una clínica donde le hicieron las operacio­nes de lugar y se determinó que no volvería a caminar, además de que no experi­mentaba ninguna sensación al hacer sus necesidades fisiológicas. Desesperados, los familiares se acercaron al doctor Liriano para ver si existía alguna solución médica para la joven. Lo primero que hizo el doctor Liriano fue informarles que no existía en el país una gran cantidad de casos de esa índole y mucho menos tratados con terapia celular, por lo que se encontraban ante una incerti­dumbre médica. Los familiares accedieron a realizarle el procedimiento sugerido y Liriano operó nuevamente a la paciente y le comenzaron a aplicar la terapia celular, que consiste en células madre y plasma rico en plaquetas. El doctor expone que las mejores condi­ciones para conseguir resultados favorables en un paciente es tratarlo después de los primeros 15 días de la lesión y antes de los tres meses, por el proceso inflamatorio que se produce al nivel de la médula. Luego de unos meses en el país, la familia colombiana regresó a su país natal y allá mostraron todas las analíticas, estudios y procedimientos que le había realizado Liriano. Procedieron a contratar un personal médico para que le enseñara a la joven lo básico para poder valerse por sí misma poco a poco. Corto tiempo después, la familia se sorprendió cuando la joven comenzó lentamente a mover sus extremidades inferiores, al punto de que hoy día ya pedalea una bicicleta estacionaria. “El hecho de verla pedalear una bici­cleta estacionaria fue algo fuera de serie”, reconoce Liriano, quien comenzó a dar sus primeros pasos con células madre a principios del año 2000 y además es profesor de cardiología y cuidados inten­sivos en la Universidad de Tecnológica de Santiago (Utesa). Pero los casos no se quedan ahí. Por ejemplo, el lanzador Bartolo Colón, de 42 años, y el baloncestista Luis Flores, de 34 años, reconocidos atletas dominicanos, fueron descartados para continuar jugando tanto por doctores locales como extranjeros y, gracias al doctor Liria­no, el primero todavía se mantiene exitosamente en las Grandes Ligas y el otro busca trabajo para reforzar en equipos extranjeros. El doctor Vargas, colega de Liriano, logró sanar a dos glorias dominicanas que viajaron recien­temente a Puerto Rico a competir en el Mundial de Baloncesto, de 55 años o más, y se llevaron el primer lugar del torneo. Se trata de Evaristo Pérez, miembro del Pabellón de la Fama del Baloncesto Do­minicano, y Leo López, cronista depor­tivo y asesor del pelotero David Ortiz. Pérez padecía una lesión severa en ambas rodillas desde 1991, mientras que López convivía con un dolor tan insoportable en el hombro derecho que no podía levantarlo cuando iba a peinarse. El doctor Liriano explica que las células madre son autorrenovables y que su fun­ción principal es la regeneración de los teji­dos. Precisa que el objetivo ideal es cambiar las células malas o dañadas por nuevas. Ante la pregunta de que si: ¿podrían los médicos reparar todos los tejidos dañados del cuerpo por medio a las células madre? La res­puesta es que no, todavía. Aunque las células madre debe­rían aplicarse donde quiera que haya tejidos dañados, en la realidad aun no es así. Liriano confiesa que las enfer­medades que se pueden tratar son la insuficiencia cardiaca, daños en cartílagos, músculos, tendones y en­fermedades pulmonares y vasculares periféricas. Para ser más específicos, hay enfermedades que solo se tratan con células madre y estas son miocardiopatía dilatada (corazón grande), cardiopatía isquémica crónica (pacientes a quienes no se les puede poner un bypass en el corazón) y también para aquellos que han sufrido infartos fuertes y, en la etapa más reciente luego de haberlo sufri­do, para quienes el músculo no les trabaja adecuadamente.   Buscando su cura encon­tró la de los demás El doctor Vargas Decamps, quien fue profesor de endocrinología en la Universidad Iberoamericana (Unibe), sufre de espondilitis anqui­losante, una enfermedad incurable que se manifiesta con un dolor crónico en las articulaciones de la columna vertebral. Este dolor severo hizo que el endocrinólogo visitara a múltiples especialistas, dentro y fuera del país, en busca de una salida a su problema, sin resultados favorables. Sin embargo, aunque no encontró la panacea a su enferme­dad incurable, encontró la de otros por medio a la terapia celular. “No hay mayor satisfacción que sanar a los demás, aun cuando sabes que no has encontrado la cura para sanar la tuya”, expresa Vargas Decamps, quien en 2013 comenzó a estudiar las causas del dolor del músculo esquelético y las diversas formas no quirúrgicas de tratarlo. Precisa, además, que su vida cambió al dejar de ser un médico de escritorio, de ver diabéticos, pacientes con problemas de tiroides, hipercolesterolemia, etcétera, a con­vertirse en uno capaz de quitarles el dolor a muchas personas. Para 2014, Vargas trajo al país desde Estados Unidos al doctor Ross Hauser, considerado uno de los mejores especialistas en medicina regenerativa. Unos meses después, el doctor Vargas, quien cuenta con ensayos clínicos, funda el Centro de Proloterapia Intensiva y Medicina Regenerativa, en Santo Domingo.   Procedimientos fuera de nuestras fronteras La medicina va avanzando a pasos vertiginosos y ya hay mujeres que han sufrido cáncer de vejiga y, en 48 horas, por medio de las células ma­dre, se le elabora otra como si fuera un cuento de hadas. Es preciso acla­rar que todavía este procedimiento no se realiza en el país. Exactamen­te, ese proceso se realiza en Estados Unidos con un aparato llamado Bioreactor, con el que un doctor experto en biogenética elabora hígados, esófagos, riñones, así como otros tejidos y órganos, montados sobre un material biodegradable que el mismo cuerpo absorbe. Lo princi­pal es que se tome una muestra de la parte deseada y luego se elabora la muestra con el fin de que el cuerpo no lo rechace. Las células madre pertenecen a la medicina posmoderna y, de seguro, cada día se irá descubriendo los nuevos usos para el beneficio de los pacientes, siempre y cuando la utilicen manos expertas y bajo los estándares de calidad recomendados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y por la Agencia de Medicamentos Euro­pea (EMA).

 

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