El istmo es un mercado cada vez más disputado por México y Colombia. En algunos casos, la oferta de servicios se complementa; en otros, propicia una guerra descarnada. Por Rafael Croda México y Colombia han puesto sus ojos en Centroamérica (CA), un espacio geográfico con el que comparten vecindad y que les resulta cada vez más atractivo para el comercio y las inversiones por su mercado de 45.4 millones de habitantes con un poder de compra de 194,340 millones de dólares (mdd) al año. México con empresas emblemáticas como Bimbo, Gruma y la constructora ICA. Colombia con la irrupción de empresas de todo tipo en el istmo centroamericano: desde los restaurantes Crepes & Waffles hasta los grupos financieros Sura y Aval, dos gigantes del sector bancario. El istmo centroamericano representa, además, para esos dos países una extensión natural de sus mercados internos y constituye el más inmediato destino de sus inversiones en el extranjero. México ha tenido una fuerte presencia en CA en los ámbitos de inversiones y comercio, mientras que Colombia comenzó a irrumpir de manera vigorosa en la región en 2006, cuando el Grupo Sura adquirió el Banco Agrícola de El Salvador en una operación de 900 mdd. “Hoy Colombia parece tener una estrategia de penetración a CA más agresiva que México, en particular en el sector bancario y, definitivamente, los dos países se han convertido en fuertes competidores en ese mercado”, dice a Forbes Centroamérica el profesor de la Universidad Escuela de Administración de Negocios (EAN) de Colombia, Fabio Moscoso. En la actualidad, los montos casi se equiparan: las inversiones directas de México en CA sumaron 9,218 mdd a diciembre de 2012, última cifra oficial reportada por la oficina regional de ProMéxico con base en Guatemala, mientras que las inversiones colombianas llegaron a 9,060 mdd al cierre de 2013. “En materia de inversiones ya existe una presencia muy similar de México y Colombia en CA, con montos muy similares, lo que habla de que los capitales colombianos están llegando en forma más acelerada que los mexicanos”, considera Moscoso. Tan sólo el año pasado, los grupos financieros colombianos Sura y Aval realizaron compras de bancos en CA por un total de 3,365 mdd, lo que ubicó a Colombia como el principal inversionista en la región, después de Estados Unidos. grafico_mexico_colombia_ca Mercado apetitoso El presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica, Francisco Llobet, afirma que en los últimos años la Inversión Extranjera Directa (IED) proveniente de México y Colombia se ha incrementado en forma significativa, sobre todo la de este último país. “Esta irrupción se ha dado porque el mercado de nuestros países es atractivo y tiene mucho potencial, especialmente por la expansión de los sectores comercial y de servicios, así como de algunas industrias de transformación, aunado al marco comercial con que cuentan la mayoría de los países de la región tanto con México como con Colombia”, asevera. México tiene vigente, desde el año anterior, un Tratado de Libre Comercio (TLC) con CA luego de que confluyeron en uno solo los diferentes acuerdos suscritos con las naciones del área, mientras que Colombia cuenta con un convenio similar con los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) y con Nicaragua. Para Llobet, México y Colombia compiten “vis a vis en el mercado centroamericano, pero son países que también tienen muchas complementariedades y una cercanía geográfica que debiese permitir el desarrollo de las cadenas logísticas entre ellos, en especial en el marco de la Alianza del Pacífico, donde son socios”. La llegada de capitales de Colombia a CA se vio alentada por el crecimiento económico que ha experimentado el país desde 2004, año desde el cual, y hasta 2013, ha registrado una expansión promedio de 4.7% anual. Las empresas colombianas han obtenido mucha liquidez en estos años de bonanza, lo que aunado a la apreciación del peso colombiano frente al dólar (de 35% desde 2003 a la fecha), les abrió el camino de la internacionalización y su primera apuesta fue CA. Otro factor que contribuyó a incrementar interés de Colombia en el mercado centroamericano es la volátil relación del vecino Venezuela, cuyo gobierno decretó en 2009 un boicot comercial a los productos colombianos que hizo caer el comercio bilateral en 78% entre ese año y 2010. En 2005, las exportaciones mexicanas a CA llegaron a 1,435 mdd, mientras que las colombianas se ubicaron en casi la mitad, con 723 mdd. Para 2010, la brecha se había cerrado, ya que las ventas de México a los países del istmo ascendieron a 2,900 mdd y las de Colombia a 1,800 mdd. El año pasado, sin embargo, la cifra casi se equiparó, ya que México exportó a CA 4,884 mdd y Colombia llegó a 4,574 mdd, una diferencia de apenas 310 mdd. grafico_mexico_colombia_ca2 La guerra entre empresas En 2012, la fabricante colombiana de pinturas Pintuco incrementó su presencia en CA con la adquisición del Grupo Kativo y puso presión sobre la mexicana Comex, su principal competidor en el segmento de pinturas en ese mercado. El gerente general de Pintuco, Andrés Ortega, considera que, si bien, se intensificó la competencia entre su empresa y Comex en los países centroamericanos, el enfrentamiento fue más “de innovación y de tecnologías”. Pintuco es líder en el segmento de pinturas en Colombia, Ecuador y Venezuela, y con la adquisición de Kativo —cuya compra por 120 mdd a HB Fuller Company concretó en agosto de 2012— quedó con 31% del mercado centroamericano, seguida por Comex que mantiene 7%. Pintuco es un competidor fuerte para la empresa mexicana por su experiencia en el mercado regional y porque en CA tiene tres plantas, mientas que Comex importa desde México sus productos y los distribuye a través de más de 90 tiendas propias. Ortega señala que la competencia entre empresas mexicanas y colombianas por el mercado de ca continuará. “Creo que vamos a seguir encontrando colombianos y mexicanos en los países centroamericanos y no sólo en el negocio de las pinturas, sino en muchos sectores, pero esto es en beneficio del consumidor de la región, porque entre más competencia, mejores precios, mejor servicio y más desarrollo tecnológico”, asevera el ejecutivo de Pintuco. Además de Pintuco y los grupos Sura y Aval, la presencia colombiana en CA se registra a través de conglomerados como el banco Davivienda, con presencia en Costa Rica, Salvador y Honduras; la empresa de alimentos Nutresa; la manufacturera y comercializadora de materiales de construcción Corona; la siderúrgica Acesco; el Grupo Carvajal en el sector empaques; la farmacéutica Tecnoquímicas; las Empresas Públicas de Medellín (epm) en el área energética; la cadena de supermercados Olímpica, y la cadena hotelera Decameron, entre otras. La presencia mexicana está liderada por América Móvil, de Carlos Slim, en el sector telecomunicaciones; Coca Colafemsa en bebidas; Cemex en la industria cementera; la química Alfa; la panificadora Bimbo; la comercial minorista Casa Saba; el Grupo Gruma en alimentos; Cinépolis, y el Grupo Azteca en telecomunicaciones, mueblerías y la banca. El director ejecutivo de Cemex Latam Holdings, Carlos Jacks, considera que las empresas mexicanas les llevan ventaja tanto de tiempo como de escala a las compañías colombianas que ya operan en CA. Jacks considera que Colombia tiene empresas muy sólidas, como los grupos financieros, el grupo alimenticio Nutresa, la cementera Argos, y la competencia en mercados como el centroamericano “es algo natural que tiene que darse”. Por su parte, el representante de ProMéxico para CA, Ignacio Elías Caparrós, considera que Colombia ha venido “pisando fuerte en la región, lo que para nosotros es un foco a seguir, pero México sigue teniendo mayor presencia. Ellos son muy fuertes en la banca, nosotros en telecomunicaciones y en bebidas. Creo que hay competencia, pero también complementariedades porque son muy pocos los sectores donde se da una competencia directa”.

 

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