Por: Jimena Cándano*

 

Existe una preocupación latente en todas las naciones del mundo por contagiarse de Covid-19, se han tomado medidas internacionales que tienen como objetivo frenar su propagación. Todo se paralizó, los lugares más concurridos como París y el Vaticano están vacíos, las actividades en las que se aglomeran miles de personas están suspendidas, bueno, hasta la Eurocopa que es uno de los eventos más esperados por miles de aficionados se detuvo; sin embargo, hay sitios que siguen sin atenderse: los centros penitenciarios. 

Poco se ha hablado de que estos espacios son o pueden ser un gran foco de contagio, poniendo en riesgo la vida de las personas que en ellos se encuentran. Se sabe gracias al INEGI que al menos cinco personas comparten las celdas y que un poco más del 10% de la población penitenciaria corresponde a personas mayores de 50 años, tan solo estas dos cuestiones vulneran a las personas en internamiento ante el Covid-19.

¿Cómo estamos combatiendo el coronavirus? Es una pregunta interesante, porque como bien se sabe aún no existe un medicamento, ni una vacuna que lo prevenga o lo cure, todo se encuentra aún en fases experimentales, pero sabemos que, evitando las multitudes, siendo aseados y cuidando nuestros hábitos de estornudo podemos ser menos propensos, pero los centros penitenciarios no cuentan ni siquiera con agua o productos de aseo. Sus condiciones son deplorables y mucho hemos pedido atenderlas porque es parte de sus derechos humanos, claro que no hemos obtenido la respuesta que desearíamos. 

Las medidas que estamos tomando son también para apoyar al sector salud ¿por qué? porque debemos entender que si bien es cierto que el virus no es tan letal como lo podría ser el de la influenza o el de la gripe aviar, su rápida propagación y el alto nivel de contagio podría causar un colapso en su infraestructura y entonces sí, estaríamos en mayor riesgo de perder la vida y esta variable que es crucial, está siendo ignorada para las personas en conflicto con la ley.

¿Está preparado el sector salud para atender estos casos? Probablemente no. Insistamos los gobiernos federales y estatales a tomar medidas especiales con las personas que cumplen sus medidas internados para evitar la propagación de Covid-19. Es necesario cambiar prácticas de detención en las instituciones de seguridad para prevenir la saturación.

Pero ojo, la clave es la siguiente: las prácticas penitenciales no pueden continuar igual, cada persona genera riesgos adicionales en un contexto de recursos limitados estemos o no en una pandemia, ¿Cómo se puede resolver? Revaluando qué medidas deben cumplirse en internamiento, con ello aspiramos a bajar el número de personas sobrepoblando los centros, las eventualidades sanitarias no se previenen solo con fármacos, también cuidándonos unos a otros.

  Contacto:  

Jimena Cándano estudió la licenciatura de Derecho en la Universidad Iberoamericana. Obtuvo el grado de Maestría en Administración Pública, con enfoque en Desarrollo Comunitario y Transformación Social en la Universidad de Nueva York. Actualmente es directora Ejecutiva de la Fundación Reintegra.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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