Matthias Mueller es considerado ampliamente como el gran favorito para sustituir a Martin Winterkorn -que renunció el miércoles- cuando el comité de supervisión de la automotriz alemana se reúna el viernes, y deberá hacerse cargo de la mayor crisis de Volkswagen en sus 78 años de historia.   Reuters   Volkswagen nombrará a Matthias Mueller, jefe de su unidad de autos deportivos Porsche, como su nuevo presidente ejecutivo, en un intento por recuperarse del escándalo generado por la manipulación de las pruebas de emisiones de gases en Estados Unidos, dijo una fuente cercana al caso el jueves. Mueller, de 62 años, es considerado ampliamente como el gran favorito para sustituir a Martin Winterkorn -que renunció el miércoles- cuando el comité de supervisión de la automotriz alemana se reúna el viernes, y deberá hacerse cargo de la mayor crisis de Volkswagen en sus 78 años de historia. Las acciones del mayor fabricante de autos del mundo por ventas se han hundido hasta un 40 por ciento desde el viernes, cuando los reguladores estadounidenses revelaron que la empresa admitió haber manipulado el software de cientos de miles de vehículos diésel para que alterara el funcionamiento de los motores al ser sometidos a prueba, a fin de ocultar sus verdaderas emisiones. La crisis se profundizó el jueves, cuando el ministro de Transporte de Alemania afirmó que la automotriz alteró también las pruebas en Europa. “Hemos sido informados de que también en Europa hay vehículos con motores de 1,6 y 2 litros a diésel que han sido afectados por manipulaciones”, dijo Alexander Dobrindt a la prensa, agregando que no está claro cuántos autos están implicados. Volkswagen dijo que un total de 11 millones de vehículos tenían el software adulterado, pero que en la mayoría de ellos el programa fraudulento no había sido activado. Además del costo de las multas regulatorias y del arreglo potencial de los autos, la firma enfrenta investigaciones penales y demandas de clientes engañados y, posiblemente, de muchos accionistas. De manera más inmediata, el nuevo presidente ejecutivo deberá restaurar la confianza de clientes y concesionarios, que expresaron su frustración por la falta de información sobre cómo se verán afectados por el escándalo. Mueller cuenta con el apoyo mayoritario de los 20 miembros del comité de supervisión, indicó la fuente. Volkswagen declinó hacer comentarios. La junta despedirá también al jefe de operaciones de la firma en Estados Unidos y a ingenieros de alto rango de sus marcas de lujo Audi y Porsche, señaló una destacada fuente a Reuters, en busca de un nuevo comienzo. La prioridad del nuevo presidente ejecutivo será renovar el liderazgo de Volkswagen, reestructurar costos y crear una “compañía que avance por su desempeño”, en la que “los gestores tengan más responsabilidad”. Mueller, que ocupó diversos cargos dentro del imperio de Volkswagen desde la década de 1970, es parte de la junta directiva de Porsche SE y cercano a la familia Piech-Porsche, que controla VW a través de un conglomerado. La firma está bajo presión para actuar con firmeza, y la canciller alemana, Angela Merkel, le instó a restaurar rápidamente la confianza en una compañía que por generaciones ha sido un paradigma de la excelencia en ingeniería germana. “Habrá más consecuencias personales en los próximos días y estamos pidiendo por esas consecuencias”, dijo Olaf Lies, miembro del directorio de VW, a una cadena de televisión bávara. El escándalo afectó al mercado automotriz y los fabricantes temen una caída de la demanda de autos diésel, así como regulaciones más duras, mientras los clientes se preocupan por el desempeño y el valor de reventa de sus vehículos.  

 

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