Reuters.- Miles de migrantes haitianos fueron desalojados el viernes de un improvisado campamento fronterizo que ha agitado la política estadounidense, dejando de momento a muchos de ellos en Estados Unidos, mientras otros fueron expulsados en vuelos de deportación o regresaron a México.

Testigos de Reuters dijeron que el conjunto de tiendas de campaña, similar a un pequeño poblado, había desaparecido casi por completo de Del Río, Texas, y los trabajadores estaban limpiando los últimos escombros de las orillas del Río Grande en la frontera con México.

En tanto, la policía de Texas se alineó a lo largo de la orilla del río para desalentar nuevos cruces.

El secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, dijo que se habían encontrado cerca de 30,000 migrantes en Del Río en las últimas dos semanas.

Más de 12,000 tendrán la oportunidad de presentar su caso de protección ante un juez de inmigración de Estados Unidos, se estima que 8,000 regresaron voluntariamente a México y 2,000 fueron expulsados a Haití. El destino de los demás detenidos está por decidirse.

Buscando equilibrar la indignación por el trato a los migrantes el fin de semana por parte de algunos guardias fronterizos a caballo, el alcalde de Del Río, Bruno Lozano, elogió a los agentes por tratar de proporcionar alimentos y atención médica en circunstancias difíciles.

“No tener víctimas mortales cuando teníamos 15,000 personas es un fenómeno, estoy muy agradecido”, afirmó Lozano, citando la población del campamento cuando alcanzó su nivel más alto.

Mayorkas prometió una rápida investigación del incidente, en el que los guardias montados usaban riendas para amedrentar a los migrantes.

Además del polémico uso de los vuelos de expulsión por parte de la administración de Joe Biden para retornarlos a Haití, que vive momentos de profunda inestabilidad, México ha tratado de transportar en autobús y por vía aérea a los haitianos a sus estados del sur, lejos de la frontera con Estados Unidos.

El viernes, Reuters informó que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) consultó formalmente a Brasil si recibiría a algunos haitianos que estaban acampando a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, según dos fuentes con conocimiento de la solicitud.

Muchos de los haitianos que llegan a la frontera con Estados Unidos han vivido previamente en Brasil y Chile, mientras que otros han transitado por países sudamericanos.

El presidente Biden enfrenta fuertes críticas por las expulsiones a Haití, incluso del enviado especial a ese país, Daniel Foote, quien en una carta de dimisión al cargo dijo que la nación caribeña era un “Estado colapsado”.

El gobierno estadounidense amplió en mayo la protección temporal contra la deportación a los haitianos desde su territorio, citando los abusos de derechos, la delincuencia y la falta de acceso a alimentos, agua y atención sanitaria en la nación más pobre del hemisferio occidental.

Posteriormente, el presidente de Haití fue asesinado y el país sufrió un devastador terremoto, profundizando aún más la crisis.

A pesar de la presión, el gobierno de Biden ha mantenido los vuelos, consciente de que dejar entrar a más haitianos alentará a otros a intentarlo.

El viernes estaban programados al menos cinco vuelos para llevar a haitianos desde el campamento fronterizo, según mostró el sitio en internet de seguimiento de vuelos FlightAware.

Miles de haitianos más estaban en el camino a través de Centroamérica.

EMPUJADOS AL SUR

Los haitianos que cruzaron de regreso a territorio mexicano en los últimos días fueron recibidos por funcionarios de ese país que los instaron a regresar a la frontera sur con Guatemala para solicitar asilo en México.

“No los estamos sacando fuera del país”, dijo a Reuters el director del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño. “Sí los estamos retirando fuera de la frontera con el fin de que no causen problemas de higiene y hacinamiento”.

La Comisión de Ayuda a Refugiados en México está abrumada y aún quedan meses para programar citas. Se espera un récord de alrededor de 100,000 solicitudes este año.

Los datos oficiales muestran que es mucho menos probable que los haitianos tengan solicitudes de asilo aprobadas en México en comparación con muchas nacionalidades.

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El año pasado, de todas las solicitudes de asilo que se resolvieron formalmente, solo el 22% de los casos haitianos obtuvieron la aprobación, en comparación con el 98% de los venezolanos, el 85% de los hondureños, el 83% de los salvadoreños y el 44% de los cubanos. En lo que va del año, el número de haitianos ha subido a un 31%.

Willy Jean, quien pasó dos meses infructuosos en Tapachula, dijo en la víspera que, si México realmente quería ayudar a los migrantes, debería permitirles hacer sus solicitudes en otros lugares.

“Tapachula es muy difícil, muy chiquitito, hay mucha gente”, le dijo Jean a un agente del INM que intentaba persuadirlo de que vuele hacia el sur. “No hay trabajo, no hay nada”.

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