- Es progresivo. Esto es, a medida que progresa el ingreso, se paga más. Quizá los ricos también lloran, o al menos gritan (basta ver al “Tuca” Ferreti con su Ferrari rojo), pero es difícil argumentar que no pueden pagar (es de suponerse que Ferreti no venderá su Ferrari para comprarse un Tsuru). Ciertamente, una persona de clase media (o media baja) con un coche viejo también será afectada, y mucho más. Pero el pobre pagará poco por el aumento. El gasolinazo afecta a todos, pero sobre todo a los que más pueden pagarlo sin chistar.
- Es ecológico (evidentemente).
- Es eficiente en materia tributaria. Fácil de recaudar (la bomba de gasolina como caja recaudadora de la Secretaría de Hacienda) e imposible de evadir (a menos que se adquiera gasolina robada).
Cinco mitos peligrosos del gasolinazo
La oposición al gasolinazo es entendible, pues a nadie la gusta pagar más por llenar el tanque. Pero se están sembrando las semillas de futuros problemas con unos mitos peligrosos.
No hay reversa en el gasolinazo. El mensaje del gobierno ha sido, en ese sentido, consistente. Pero obviamente la furia (que no irritación) popular seguirá. De por sí, los niveles de popularidad de Enrique Peña Nieto eran los más bajos de la historia. Es probable que sigan bajando, aunque ya no quede mucho margen para ello.
Las protestas y saqueos son el peligro de corto plazo, pero el gasolinazo de inicios de 2017, al que probablemente seguirán más en febrero y los meses inmediatos, puede alimentar varios peligrosos mitos con consecuencias graves en el futuro.
Mito 1: Los impuestos a la gasolina deben reducirse o anularse.
Muchas personas, y la gran mayoría de políticos que no pertenecen al PRI, tiene la solución simple al problema: quítenle impuestos a la gasolina para que baje el precio. Es sencillo, directo, y está al alcance del gobierno. Sin duda sería aprobado por aclamación en las cámaras legislativas.
Los partidarios de esa medida tienen unas siglas a flor de labios: IEPS a las gasolinas. Esto es, el impuesto especial de producción y servicios (que se carga también a otros productos, como es el alcohol, tabaco y bebidas azucaradas). Hay que anular el IEPS a los combustibles, o por lo menos reducirlo de forma drástica, argumentan. No hay duda que esta exigencia permanecerá en la mente de muchos. Margarita Zavala, quien dice que estará como panista o independiente en la boleta electoral presidencial de 2018, repite que los gobiernos del PAN nunca usaron la gasolina como fines recaudatorios.
Y ello es peligroso por una razón simple: el IEPS a la gasolina es un impuesto excelente, por tres razones: