El Mundial es una gran oportunidad para las compañías para llegar a esa clase media creciente, que probablemente será la ‘ganadora’ en Brasil, hablando de consumo.   Aunque el empate a cero goles contra México y el pobre juego desplegado despertó las dudas sobre si la selección brasileña se coronará campeona en su Mundial, probablemente un sector del país sí gane con el evento: la clase media. Desde 2013, el descontento social por los altos costos,  la corrupción y el rezago en servicios que padece la clase baja detonaron las protestas que comprometen al gobierno y la reelección de Dilma Rousseff en octubre. Lo cierto también es que en la última década en el país se ido conformando una nueva clase media que apunta a ser de las más grandes del mundo. De acuerdo con un estudio de Euromonitor International, Brasil será el quinto mercado de consumo más grande del orbe en 2023, superando a Francia y el Reino Unido. El Mundial es una gran oportunidad para las compañías para llegar a esa clase media creciente, que probablemente será la ‘ganadora’ en Brasil, hablando de consumo.   El ‘boom’ clasemediero En la década de los ochenta, la clase media de Brasil era el 15% del total de la población. Para 2009, la desigualdad social se redujo al grado de que un tercio de los más de 190 millones de habitantes ya eran de clase media, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial titulado “Movilidad económica e incremento de la clase media en América Latina”. En el estudio, el Banco Mundial considera como clase media a personas que ganen entre 10 y 50 dólares al día. Con el incremento del poder adquisitivo también aumentó la movilidad de las personas. Entre julio de 2011 y el mismo mes de 2012, 9.5 millones de brasileños viajaron por primera vez en avión, reduciendo trayectos hacia sus pueblos natales que podían durar hasta tres días, de acuerdo con el centro de estadísticas Data Popular de Brasil. El 40% del consumo de Brasil se concentra en las ciudades del interior del país, de acuerdo con el instituto de investigaciones Datafohla. En cuestión de conectividad, 43 millones de brasileños acceden a Internet por dispositivos móviles, mucho más si se compara con México, donde 31% de los 51.2 millones de internautas dicen conectarse con algún dispositivo. Además, uno de cada cuatro brasileños dijo que planea comprar un smartphone en la primera mitad del año, según Datafohla.   Crédito, el detonante La penetración del crédito en Brasil es de 61% del Producto Interno Bruto (PIB), mucho mayor que el 27% que tiene México, según datos del Banco Mundial. Los préstamos otorgados por los bancos en Brasil alcanzaron 1.2 billones de dólares a marzo de este año, según el banco central brasileño, mientras que en el mismo periodo la cartera de crédito al sector privado era de 192,533 millones de dólares (mdd), según datos del Banco de México (Banxico). El fácil acceso al crédito anima a los consumidores brasileños a endeudarse, pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó en un reporte de 2013 sobre el incremento del endeudamiento de los consumidores, que ya llega a 40% de los ingresos. “Mayores tasas de interés y los plazos de los préstamos más cortos ayudan a explicar las diferencias en la estructura de servicio de la deuda entre el Brasil y los demás países de la región”, señala el FMI.   Consumo juega ‘su’ Mundial Euromonitor International señala en un estudio que pocos brasileños pueden darse el lujo de ir al Mundial en persona, por lo que el consumo de televisión será determinante. “Ésta es una buena noticia para las empresas de bienes de consumo, pues los anuncios de televisión serán la forma más influyente de publicidad para los consumidores brasileños”, agrega. La firma de investigación advierte que de 61.7 millones de hogares en Brasil, 50% tiene computadora con Internet, 21% cuenta con sistema de televisión por satélite y 11% con TV por cable. Además, el país cuenta con 393,000 bares o pubs, donde una cerveza cuesta en promedio 3.9 reales (22 pesos). Los comerciales de televisión influyen en la decisión de compra de casi 80% de los consumidores brasileños, según Euromonitor, inclusive más que las recomendaciones personales. Por si fuera poco, la publicidad en prensa escrita, redes sociales y tiendas también tiene un peso importante en el consumo. Aunque en Brasil siguen remarcadas las desigualdades sociales, también continúa su camino a convertirse en una potencial global en consumo.

 

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