Para transitar de un mercado monopólico a uno de carácter competido, es fundamental enviar las señales de precios correctas a los mercados de gasolinas y diesel para fomentar la entrada de más participantes e incentivar la inversión en aquellos eslabones y regiones que lo requieran, señaló la Comisión Nacional de Competencia Economica (Cofece). Para conseguirlo, el regulador propuso ampliar la banda para fijar los precios de la gasolina y diesel más allá del 3% hacia arriba o abajo, como funciona actualmente, a partir de 2017 y eliminar el precio único una vez transcurrida la liberalización del mercado. En su estudio Transición hacia mercados competidos de gasolinas y diesel, la Cofece destaca que para los ejercicios fiscales 2016 y 2017, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) establecerá una banda con valores mínimos y máximos para los precios máximos de las gasolinas y del diésel. Con ello, se busca que “los precios máximos puedan comenzar a fluctuar de forma consistente con su referencia internacional como sucederá en la liberación definitiva de precios, a partir del primero de enero de 2018”. Esto significa que puede haber alzas de precios superiores a las de este año en algunas zonas del país y reducciones en otras, lo cual depende de las condiciones de competencia de cada región. Además, la Cofece recomendó revisar los precios de la gasolina y el diesel semanalmente, como se hace en el mercado estadounidense, con lo que en México habría hasta cuatro movimientos a las tarifas de los carburantes cada mes. Los valores superior e inferior del precio máximo de los combustibles representan un compromiso del gobierno federal para que el precio de los mismos, determinado mensualmente, se fije dentro de un rango que representa  3% arriba y 3% abajo del precio de diciembre de 2015. En vísperas de su liberación, la estrategia en materia de regulación de precios máximos al público de aquí hasta el 31 de diciembre de 2017 debe tener como finalidad: incentivar la entrada de nuevos competidores al mercado, y facilitar, desde ahora, la transición ordenada de un esquema de precio único a nivel nacional a uno de libre mercado. El “techo” de la banda de fluctuación (límite superior) tiene por objeto proteger a los usuarios finales de una súbita elevación de precios, en tanto que el piso de la banda (límite inferior) busca garantizar cierto nivel de rentabilidad a Pemex, así como el margen correspondiente a los socios comerciales y franquiciatarios de esa empresa productiva del Estado. En dicho estudio, se planteó la necesidad de al menos 25 cambios para lograr una real apertura del sector hacia 2018, y las modificaciones van desde políticas, legislaciones y desregulación de precios, hasta eliminación de cláusulas anticompetitivas de los contratos de suministro y franquicias de Petróleos Mexicanos (Pemex).

 

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