- A que no desarrollan apego emocional a lo que reciben, que entienden que sólo es temporalmente de ellos, que saben que no se lo llevarán a la tumba.
- Que no lo mantienen debajo del colchón o guardado en una cuenta bancaria sin que dé intereses, sino que lo invierten en lo que más produzca, adquieren activos que trabajen para ellos, lo ponen para hacer crecer sus empresas, utilizan instrumentos financieros que les produzcan un valor adicional y que a su vez estos fondos los presten para que otros lo aprovechen.
¿Cómo conciben el dinero las personas exitosas?
¿Qué piensan los millonarios sobre el capital? Para tratar de entender lo que pasa por la mente de quienes aparecen en las portadas de las revistas de negocios, Ricardo Perret, autor de ‘El gen exitoso’, describe la relación que existe entre éstos y el elemento que, para muchos, es lo más importante que hay para disfrutar la vida.
Hace dos años, después de dar una conferencia sobre Innovación en el Tec de Monterrey, un joven se me acercó y me preguntó: “¿Cómo puedo ser más exitoso?”. Me quedé mudo me sentí frustrado, no supe qué responderle. Pero motivado a la vez para iniciar un estudio.
Así arranqué El gen exitoso, que me ha llevado más de dos años. Cada descubrimiento ha sido muy revelador. Hemos explorado el tema emocional, intelectual, organizacional, laboral y hasta espiritual de decenas de personajes exitosos, y también hemos analizado con detalle los aspectos monetarios en la vida de los exitosos y exitosas.
Los hallazgos
No cabe duda que la percepción del dinero es más una condición previa a ser exitoso integralmente, que una consecuencia. Es decir, tener una visión bajo las condiciones que a continuación describo son elementos que contribuyen a ser más exitoso, y no por el hecho de ser exitoso en el territorio profesional se logra alcanzar también una nueva visión del dinero.
Los exitosos han logrado estar en control de los flujos de dinero en su vida, evitando que estos flujos estén en control de su vida. Y han aprendido que el dinero no debe controlar su sistema emocional, sino que ellos están en control de su sistema emocional independientemente del flujo de dinero en su vida. Ellos no permiten que su alegría o tristeza dependa de sus cuentas bancarias y efectivo.
Recuerda, estamos hablando de personas que han logrado alcanzar el éxito profesional, pero también personal; que tienen un alto sentido de balance familiar, emocional, intelectual y espiritual. Son seres exitosos integralmente.
Los exitosos no niegan el dinero, ya que éste llegó como consecuencia y/o recompensa del valor que han aportado a su entorno, como un aliciente para continuar ofreciendo lo máximo que sus capacidades mentales dan al servicio de otros y esos otros los retribuyen con agradecimiento y pagos económicos.
Los verdaderamente exitosos no aceptan ser medidos por sus logros económicos, saben que la sociedad y los medios son tremendas máquinas evaluadoras del “éxito” con base en la acumulación económica. Han aprendido a ver el dinero como una herramienta, no como un fin, y han aprendido a hacer el mejor uso de esta herramienta para cumplir sus objetivos e intenciones de vida. Reconocen que el dinero no es la única herramienta para lograr efectivamente sus intenciones y objetivos, sin embargo, saben que es un medio facilitador para ello.
Los exitosos no limitan su visión, su planeación, sus pasiones, ni sus objetivos con la cantidad de dinero a su disposición; si fuera así, el dinero sería un elemento restrictivo en sus vidas. No ven el dinero como un descriptor de su éxito, sino como una consecuencia de éste. No aceptan ser comparados en términos monetarios; prefieren ser comparados en términos de logro de sus intenciones y objetivos, o ambos.
No tienen un apego emocional al dinero como elemento de demostración para sus padres, hermanos y amigos, ya que al haber sanado sus dolores emocionales y autoaceptarse tal y como son, el dinero no forma parte de la ecuación para enmascarar dolores emocionales de niño o adolescente, ni como variable para aumentar su propia aceptación. Hay muchas personas que siguen utilizando el dinero como un “sanador” de sus dolores del pasado. El punto es que aún no han superado su pasado y éste domina sus decisiones.
Los exitosos entienden que en el camino al logro de sus intenciones y objetivos se presentarán muchas tentaciones jugosas económicamente que, de aceptarlas, sólo desviarían su camino, por lo que aprovechan su fuerza de voluntad para resistirlas, ya que el dinero no es su fin, sino sólo una herramienta.
La gente no exitosa se mantiene en la desviación porque se hace dependiente de la forma de vida cómoda que se les ofrece; mientras que los exitosos definen el momento para salirse de ahí y retomar su camino. Y lo cumplen.
El dinero, para ellos, es una herramienta para disfrutar y también prolongar su vida y la de los seres queridos. Por ello gastan o invierten mucho en educación, buena alimentación, chequeos de salud, información para estar saludables, gimnasios y spas. Así también viajan, descubren, exploran, invierten en hobbies que les permiten distraerse, relajarse y al mismo tiempo liberar la creatividad.
Los exitosos administran conscientemente el dinero, planean no sólo su presente sino su futuro. La mayoría de ellos ya tiene un testamento y/o legados considerando las capacidades de sus familiares y/o colegas para administrar su patrimonio de la mejor manera. Estas personas tienen claro que no quieren depender de los demás cuando sean viejos; no al menos en la parte de sustento. Por ello establecen fideicomisos, tienen bienes inmuebles para rentar o invierten en instrumentos financieros y de seguros que les permitan que su patrimonio económico siga trabajando para ellos.
Fluir del dinero
Algo sumamente interesante entre los exitosos es que dejan fluir las riquezas, no las acumulan o las retienen, no les ponen freno. Cuando ellos y yo hablamos de dejar fluir el dinero, nos referimos a dos cosas: