Telecomm, el organismo operador de telégrafos, se prepara para modernizar su operación y ser una pieza clave en la conectividad y comunicación de todo el país. Sus apuestas son: tomar la batuta de la red satelital, operar la red troncal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), extender sus servicios como operador bancario y ofrecer telefonía rural.   Fotos: Julio César Hernández   La cuenta regresiva para Telecomunicaciones de México (Telecomm) ha comenzado. Las sucursales en las poblaciones más alejadas, que en el pasado sólo suministraban los servicios de telégrafo, están a punto de cambiar para siempre. El lanzamiento de los satélites Centenario y Morelos 3, así como la operación del sistema satelital Mexsat, forman parte del despegue hacia la modernización de este organismo público. “La intención es cubrir prácticamente a toda la población del país”, asegura en entrevista con Forbes México Jorge Juraidini Rumilla, director general de Telecomm. El potencial de la aventura satelital es abonar a cumplir el reto que tiene la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de conectar 250,000 sitios en el país a través del acceso a los servicios de internet de banda ancha, que tiene como objetivo el programa México Conectado antes de concluir 2018. Pero la estrategia del funcionario de los telégrafos no sólo se limita a lograr la conectividad a través de los satélites. El plan de Telecomm es consolidar su presencia en el país a través de cuatro ejes generales: tomar la batuta de la red satelital, operar la red troncal en poder de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), extender sus servicios como operador bancario y lanzarse de lleno a la telefonía rural en las poblaciones más alejadas del país. Sin embargo, el tiempo juega en contra de lo que Juraidini ambiciona. El lanzamiento del Satélite Centenario, que estaba programado para el pasado 29 de abril, fue pospuesto a unos días del despegue por problemas técnicos, mientras el reloj para los objetivos de Telecomm no se detiene. Foto: Julio César Hernández. Aventura en el espacio La historia de los satélites escribió sus primeros renglones en 1985. La puesta en órbita de los satélites Morelos I y Morelos II fueron los antecedentes de esta etapa. El 20 de agosto de 2009 inició la nueva aventura satelital para México. Ese día se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Programa para la Seguridad Nacional 2009-2012, que le imponía a la SCT el desarrollo e implementación del nuevo Sistema Satelital Mexicano (Mexsat). La seguridad nacional y la cobertura social son las banderas con las que el Satélite Bicentenario (Mexsat 3) llegó al espacio en diciembre de 2012, mientras que en el proyecto se contempla el lanzamiento este año de los satélites Centenario (Mexsat 1) y Morelos 3 (Mexsat 2). El propósito del sistema Mexsat es lograr la  conectividad móvil por medio de terminales conectadas a equipos aéreos, marítimos y terrestres, así como para las personas que cuenten con una terminal satelital que transmita voz y datos. El satélite tiene la capacidad de servir en desastres naturales en donde se puede ver afectada la infraestructura en telecomunicaciones, puesto que el equipo puede enfocar su capacidad para servir a zonas específicas. Ése es el poder satelital. “Hay una gran eficiencia y una gran aceptación por parte de las autoridades, particularmente a nivel de convencimiento, ya que saben que es el equipo más vanguardista y de última generación en el ámbito comercial”, dice Jorge Juraidini, quien dirige Telecomm, un organismo que data de 1851. Para Telecomm es la oportunidad de operar una tecnología con el potencial de abrir la puerta de la conectividad a todos los mexicanos. El lanzamiento de los tres satélites tuvo un costo total de 23,303 millones de pesos (mdp), es decir, un costo promedio de casi 7,000 mdp por cada uno. Pero el gasto no pudo garantizar el despegue del satélite Centenario, que sería puesto en el espacio el pasado 29 de abril, ya que se decidió postergar su lanzamiento. Un atraso que también modificará las fechas del Morelos 3, que se esperaba que llegara al espacio en el último trimestre del año. A pesar de los problemas, la apuesta del gobierno no pierde relevancia para el organismo que dirige Juraidini Rumilla. La conectividad que brinden los satélites impacta en la comunicación terrestre, ya que, por ejemplo, permitiría el mejor  aprovechamiento de la fibra óptica y de todos los medios de conectividad en tierra. La red troncal le hace un guiño a la apuesta de Telecomm.   Red troncal El 17 de diciembre del año pasado, la CFE entregó al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) la solicitud para ceder su concesión en favor de Telecomm. Jorge Juraidini se encontraba presente en la ceremonia para entregar los documentos necesarios para obtener una concesión que le permitirá operar la fibra óptica en poder de la empresa productiva del Estado. La red troncal es una red de muy alta disponibilidad que proveerá servicios de transporte de datos a los operadores de telecomunicaciones y es uno de los cuatro principales proyectos que establece la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones. Los otros tres son: la red compartida (banda de 700 MHz para servicios de telecomunicaciones móviles),  la transición a la televisión digital terrestre (TDT) y México Conectado (acceso a internet en sitios y espacios públicos). La red troncal permitirá a otras empresas dar servicios de telecomunicaciones en localidades alejadas en las que típicamente sólo Telmex ofrecía sus servicios. “Con esto pones en el mercado a un nuevo jugador que puede competir y eficientar la operación de todas las redes en el país, pero sobre todo contribuirá con una reducción de precios de esta red troncal que se debe de conservar como una red mayorista”, dice el director de Telecomm. Para el organismo, es importante definir un modelo de negocio que haga atractiva la participación del sector público. “Una nueva compañía que puede ser un gran operador en la red de operaciones, en la red de proveeduría y en la red fibra óptica.” Telecomm espera que  a finales de este semestre se entregue la concesión para tener las condiciones de operación. Y mientras llega el momento de operar la red troncal, existen otros planes que se encuentran en acción.   Operador bancario Las remesas y los giros nacionales son servicios asociados al telégrafo, que aún crecen por la demanda  entre la población. Sin embargo, las oficinas de telégrafos han cambiado sustancialmente. Recargar teléfonos celulares, pagar la energía eléctrica, agua y predial son parte de las actividades de Telecomm en nuestros días. Hay una combinación ganadora que delata una sonrisa en el rostro de Jorge Juraidini: la presencia de Telecomm en los lugares más alejados y las alianzas que ha tejido con los bancos. En la actualidad, la red de sucursales de Telecomm cubre casi todo el país, con 1,700 unidades que proveen servicios bancarios básicos, gracias a que es corresponsal de ocho bancos. “Todos los usuarios de estos ocho bancos pueden hacer transacciones de forma normal en cualquier sucursal de Telecomm. Aunado a eso, somos una de las empresas de remesas más importantes de México”, dice Juraidini. En 2014, Telecomm tuvo un flujo de efectivo de 90,000 millones de pesos, el cual transita por las sucursales de la empresa. “Es una cantidad muy importante de recursos”, comenta el directivo, quien explica que las operaciones de la empresa crecen a un ritmo de entre 5 y 6%. En México, sólo 47.1% de la población está bancarizada, lo que revela un gran potencial de crecimiento, señala un estudio de la compañía Tecnocom. Pero no es la única carta que baraja el funcionario federal para crecer en el negocio bancario. La tarjeta Telecomm, operada por Banca Afirme, permitirá que un mayor número de mexicanos tengan un monedero electrónico que sustituya el efectivo. Una jugada que bancarizará y ampliará los productos del organismo. “Es una prueba que estamos pilotando con un éxito muy reconocible. Creemos que al terminar la etapa piloto estaríamos en condiciones de expandirlo por todo el territorio nacional y empezar a tener una utilización de este instrumento para evitar el uso de efectivo, lo cual podría abonar a ahorros en la operación de Telecomm”, explica. Por ahora, el reto de la empresa es llegar a todos los municipios de menos de 50,000 habitantes que hoy no tienen una institución bancaria. El año pasado, la firma creció en 85 sucursales, y espera crecer en el mismo número durante 2015. “Llegar a todos esos municipios es uno de los grandes retos, pero seguiremos expandiéndonos”, comenta Jorge. Foto: Julio César Hernández.   Telefonía satelital Ampliar los servicios relacionados con la banca no es lo único que está en juego para Telecomm. Los servicios de telefonía rural representan una oportunidad para ampliar el alcance de Ruralsat. Ruralsat es un programa sectorial de telefonía rural por satélite, el cual presta servicios públicos de telefonía para poblaciones entre 60 y 499 habitantes. Las modalidades de servicio en las que participa Telecomm se encuentran enfocadas a servicios nacionales e internacionales de larga distancia mundial, y llamadas entrantes vía operadora telefónica. La ampliación del servicio es una de las metas del capitán de Telecomm, aunque el presupuesto es el gran invitado que espera el directivo. Por ahora, el despegue del satélite Centenario se encuentra en espera del visto bueno para emprender el vuelo en un viaje que promete mucho. Jorge Juraidini tiene entre sus manos el modelo a escala de uno de los satélites del sistema Mexsat. Lo observa detenidamente y parece comprender que lo que tiene frente a sus ojos simboliza la clave para modernizar a Telecomm.  “Hay que mantenernos a la vanguardia y seguir en el proceso de evolución, para operar de manera eficiente estos servicios, porque sería un despropósito tener un satélite allá arriba y no poderlo aprovechar o no operarlo de manera adecuada.”

 

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