Administrar los riesgos de la cadena de suministro es crítico para todas las partes del negocio: producto, diseño, desarrollo, operación, gente y clientes.     Por Ramón Kuri   La operación de tu compañía, de tus proveedores e incluso de tus clientes puede interrumpirse por diferentes eventos que pueden afectar dramáticamente la continuidad del negocio. Estos eventos van desde riesgos controlables como fluctuaciones en los precios de las materias primas, cambios en los mercados o en el precio de los combustibles, hasta riesgos incontrolables como los eventos naturales. ¿Conoces el universo de riesgos a los que está expuesta tu cadena de suministro? ¿Tienes claro cuáles son tus proveedores clave y su capacidad de recuperación? ¿Puedes reaccionar rápidamente y continuar operando ante una interrupción? La sobrevivencia y éxito del actual entorno incierto demanda una adecuada gestión de riesgos en la cadena de suministro, ser capaces de anticiparse y adaptarse a los riesgos, asimilarlos y sobreponerse a los mismos aprovechando las oportunidades ocultas que traen consigo; en pocas palabras, crear resiliencia en la cadena de suministro. De acuerdo con un estudio publicado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y PwC, la mayoría de las organizaciones globales reconoce que una interrupción en su cadena de suministro puede tener un serio efecto en la compañía y en su desempeño financiero; sin embargo, sólo 40% de las compañías encuestadas prestan atención al proceso de reducción de riesgos. En nuestro país, investigaciones realizadas recientemente por PwC México indican que 23% de nuestros CEO están preocupados por la disrupción de la cadena de suministro y la ven como una de las grandes amenazas para su negocio, casi el doble del promedio global, que es de 12%. Las interrupciones en la cadena de suministro pueden causar serios daños a la rentabilidad, valor de los accionistas e incluso en la reputación de las compañías. Una interrupción en la cadena de suministro puede tener un efecto importante en el negocio y en el desempeño financiero de la compañía. Las empresas que invierten en la flexibilidad de su cadena de suministro son más resilientes a las interrupciones que las organizaciones maduras que no lo hacen. Ninguna compañía puede evadir una disrupción en su cadena de suministro; lo importante es tener la capacidad para emerger con ventaja o desventaja en comparación con los competidores. Y más allá de cualquier otro factor, es su cadena de suministro la que lo determina. La mayoría de las cadenas de suministro está diseñada para tener una mayor eficiencia en costos. Como resultado, la cadena de suministro probablemente se haya expandido geográficamente, extendiéndose a otros países para tomar ventaja competitiva debido a menores costos, optimizando corridas de lotes grandes de producción más allá de los mercados nacionales. Por ejemplo, muchas compañías recompensan a sus agentes de compras solamente con base en el precio por unidad comprada. Una medida estándar para reducir el precio es utilizar un único proveedor que pueda mantener los costos bajos mediante largas cantidades de producción. Sin embargo, si el proveedor es golpeado por una huelga, un desastre natural o se declara en bancarrota, la rentabilidad de la empresa se verá amenazada. Así, inadvertidamente, se asumió un gran riesgo a cambio de un ahorro de costos en el corto plazo. La operación de la cadena de suministro y los procesos de administración de riesgos van de la mano y se complementan. En niveles poco maduros, los procesos no tienen conexión y son independientes, pero en niveles con mayor madurez están integrados en su totalidad. La flexibilidad es crucial para la capacidad de la compañía para adaptarse al cambio. Un mayor grado de anticipación, planeación de escenarios y agilidad en los negocios permitirá a las compañías responder mejor a los cambios en la demanda, paros laborales, cambios en la tecnología y volatilidad en el tipo de cambio, así como fluctuación en los precios del aceite y combustibles. En conclusión, administrar los riesgos de la cadena de suministro es crítico para todas las partes del negocio: producto, diseño, desarrollo, operación, gente y clientes. Las cadenas de suministro más sanas y saludables hoy son vitales para la continuidad del negocio y darán resultado como una ventaja competitiva estratégica cuando la economía se recupere.   Ramón Kuri es gerente senior de Consultoría de Riesgo en PwC México (ramó[email protected]).     Contacto: Página web: PwC México Facebook: pwcmexico Twitter: @PwC_Mexico Blog: PwC México YouTube: PwCMX     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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