Ser un buen líder y mantener una estrategia de negocios clara son algunas de las cualidades que pueden ayudar a tu empresa en momentos de crisis.   El comienzo de un año siempre implica cambios, nuevos propósitos y, muchas veces, buenas noticias. Pero, ¿qué pasa si la suerte no te favorece y 2016 trae a tu empresa más obstáculos que beneficios? Las cifras no mienten: sólo 25% de los negocios en México han logrado sobrevivir a los dos primeros años de operación y 90% quiebran durante su primera década de vida, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En México, existen más de cuatro millones de unidades empresariales, de las cuales el 99.8% son pequeñas y medianas empresas (pymes). Estos organismos generan 72% del empleo en el país e impulsan el 52% del Producto Interno Bruto (PIB). Para Jorge González, fundador de G2 Consultores, el primer paso es detectar los factores internos y externos que desequilibran una empresa, ya que esto puede evitar un deterioro mucho mayor en el largo plazo. “La mayoría de los emprendedores atribuye la mortandad de su empresa a las causas externas, sin embargo, si hacen un análisis a profundidad se darán cuenta que en muchos de los casos son deficiencias de la misma empresa”, comenta el especialista. Un remedio puede ayudar a frenar el deterioro de una empresa, afirma González, es que se consideren los cambios tecnológicos y en el mercado, las regulaciones y las tendencias.   Recomendaciones para sobrevivir en 2016 Jorge Ávila, fundador y director general de Tresensocial.com asegura que emprender “no es sólo cosa de hacer dinero y negocios, es una oportunidad de hacer bien las cosas”. Ávila comparte cinco recomendaciones para que una mala planeación no acabe con tu empresa en 2016.
  1. Aprende a hacer una diferencia en el mercado. La competencia es un factor clave al momento de emprender, sin embargo deja de pensar en ella, solamente identifica quién es y qué hace; crear tu oferta y aprender a defenderla te ayudará a hacer la diferencia en el mercado.
  2. Sé un líder, no un jefe. La gente busca a alguien que esté dispuesto a “ensuciarse las manos” por su equipo, haz una conexión con tu equipo de trabajo, cree en ellos y motívalos, eso da mejores resultados en la productividad.
  3. Sé profesional. Tener en orden tu material de trabajo (presentaciones corporativas, redes sociales, página web, tarjetas de presentación, etc.) y cuidar tu aspecto físico habla bien de ti ante tus clientes.
  4. Cuida a tus clientes. “Un cliente feliz, atrae a más clientes”, por lo tanto dale tiempo y el espacio que cada uno necesita, mantente en contacto con ellos. Realizarles una llamada telefónica para saludarlos o invitarlos a comer, estas atenciones fortalecerán su relación
  5. Separa lo laboral de lo personal. A pesar de que la amistad te genera algo que no tiene valor: confianza, establece una división entre tus relaciones personales y profesionales.
Ávila comparte una recomendación final… Protégete. Invierte tiempo y dinero en todo el ámbito legal de tu empresa, desde regularización de impuestos hasta contratos de confidencialidad para tus clientes.

 

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